La mayoría de las personas viven en una continua lucha y con un desgaste energético que los hace sentir cansados y desmotivados la mayor parte del tiempo. ¿Cómo gestionar las vicisitudes de la vida cotidiana con sus pérdidas, decepciones, tensiones y crisis? ¿Cómo lidiar con las emociones negativas? En otras palabras, ¿cómo liberarnos de los apegos emocionales?
Está científicamente comprobado que son los apegos la verdadera causa del sufrimiento. ¿Qué son los apegos?, Son los hilos emocionales a través de los cuales nos conectamos con otras personas. Indudablemente somos seres sociales que necesitamos relacionarnos con los demás y establecer vínculos de pertenencia por medio de interacciones recíprocas.
Los apegos no son malos, de hecho, son necesarios siempre y cuando sean sanos, he aquí el punto clave del asunto. Cuando nos aferramos a algo o a alguien de forma obsesiva, olvidamos el valor y la importancia de “la aceptación”, porque nos resistimos a aceptar la evolución de esa situación o persona que, de alguna forma quizás, ya no continúe acompañándonos en el mismo camino. Es esa resistencia la que nos genera el sufrimiento y una cadena de pensamientos y de emociones que la mayoría de las personas tienden a suprimir. Esta energía suprimida termina expresándose a través de la aflicción psicosomática en nuestro cuerpo que afectan nuestra salud física y da origen a los trastornos emocionales que se reflejan en las relaciones interpersonales. Todo esto bloquea nuestro crecimiento personal y espiritual, así como el éxito en muchas áreas de la vida.
La aceptación nos hace libre de los apegos emocionales y nos ofrece una perspectiva y un enfoque diferente de esa situación que nos disgusta, pero que no depende de nosotros directamente. Debemos evaluar qué realmente está dentro de nuestra zona de influencia y qué no para poder dar el siguiente paso y pasar a la acción.
Si logramos instalar en nuestra vida la "aceptación", estaremos dando paso a la única solución para que nuestro bienestar emocional no se vea muy alterado. Aceptar lo que no puedes cambiar es de vital importancia para que puedas seguir adelante y transformar tu vida sin estancarte.
Es importante resaltar la gran diferencia que existe entre la aceptación y la conformidad. Ésta última se produce cuando no toleramos una situación y nos cerramos completamente a la inacción y al estancamiento, porque las cosas no son como queremos, nos resistimos totalmente a ese evento que estamos experimentando en nuestra vida. Nos rendimos a las emociones negativas creyéndonos incapaces de mejorar, lo que nos hace sentir cada vez más frustrados.
Beneficios de la aceptación:
-
La aceptación nos permite desarrollar la tolerancia hacia una situación que no nos gusta y que muchas veces nos causa dolor.
-
Cuando practicamos la aceptación avanzamos más rápido y logramos trascender esa situación que nos disgusta. Permanecemos menos tiempo en el sufrimiento.
-
La aceptación nos ayuda a ser más consciente de nosotros mismos y también de los demás, nos hace más permisivos, al entender que eso que estamos viviendo no lo podemos cambiar.
-
Nos ayuda a enfocarnos en otras áreas de nuestra vida sobre las cuales si tenemos competencia y se intentan abrir nuevas puertas.
-
Aceptar nos ayuda a abandonar la lucha hacia algo que no tiene solución y a experimentar otros caminos que nos conduzcan hacia la vida que nos gustaría tener.
-
La aceptación nos hace ser más resilientes.
-
Practicar la aceptación nos ayuda a salir de las emociones negativas gestionándolas desde la gratitud y el agradecimiento de esa experiencia que siempre nos brindará un crecimiento personal.
Aceptar las situaciones de la vida tal y como vienen es entender que es así como logramos experimentar lo que significa “VIVIR”.
Kary Piloto
Coach y Mentora en Auto-Gestión Emocional
@karypiloto_mentora
