¿Qué es la resiliencia? Explicado de una forma fácil, es la capacidad que tiene una persona para superar situaciones adversas, traumáticas. También se entiende como la capacidad para adaptarse a situaciones adversas con resultados positivos. En otras palabras, es la capacidad que tiene una persona de seguir adelante más allá de las situaciones negativas y traumáticas que pueda experimentar, adaptándose positivamente a dichas situaciones.
Dicho esto, podemos entender que vestirnos con el traje de la resiliencia es una de las mejores opciones que podemos manejar en la actualidad que estamos viviendo para afrontar los cambios de una forma más flexible, resaltando los aspectos positivos y contributivos que nos ofrecen estos cambios constantes.
Cuando nos hacemos más resilientes también nos vamos haciendo más conscientes, y el hacernos conscientes nos permite elegir el menú emocional que vamos a seleccionar para nuestro día a día. Tal y como he compartido en otros artículos, el gran poder que tenemos todas las personas es el poder de “ELEGIR”, de “DECIDIR”, este poder actúa a nuestro favor en la misma medida que vamos siendo más conscientes de nosotros mismos.
¿Las personas resilientes nacen o se hacen? En un principio se interpretó como una condición innata; luego se enfocó en los factores no solo individuales, sino también familiares y comunitarios. En la actualidad hay muchas corrientes de pensamientos que establecen que hay un conjunto de comportamientos que se pueden aprender de manera natural y que contribuyen a la resiliencia.
Si bien es cierto que la resiliencia se puede desarrollar, no menos cierto es que la experiencia vital previa y el aprendizaje adquirido en la autogestión emocional (y aquí entra en juego la inteligencia emocional), son ingredientes fundamentales para lograr ser personas mas resilientes.
Cómo puedes elaborar tu traje de resiliencia:
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Practica el optimismo: Un momento difícil es siempre una oportunidad de crecimiento. Enfócate en lo que te aporta aun en los momentos que no te gustan.
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Establece metas concretas: Mantén de forma clara los objetivos que deseas alcanzar en tu vida. Esto te ayuda a desarrollar planes de acción y cuanto más claro sean tus objetivos, más fácil veras los avances en tu vida.
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Gestiona el estrés: Ten presente que el estrés no va a desaparecer; desarrolla técnicas que te ayuden a mantener tu centro y tu tranquilidad
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Recuerda tus éxitos: Es importante que lleves un registro de todos los avances que has logrado en tu vida, en esos momentos difíciles los leas y los utilices como una herramienta de impulso que te permita seguir adelante.
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Busca apoyo en los demás: La resiliencia no tiene que ver con un proceso de auto superación puramente individual, lo que nos permite sobreponernos a las crisis tiene que ver con la importancia de establecer una red sólida de amigos y familiares que nos ayuden en los momentos difíciles.
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Apoya a los demás: Ser una persona que contribuye con el bien de otros aumenta nuestra fuerza y empatía.
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Incluye hábitos que potencien tu inteligencia emocional: Esto nos ayuda a identificar la escala emocional en la que estamos la mayor parte del tiempo. Por ejemplo, observa que te hablan más de quejas, de problemas, de críticas, o por el contrario de metas, de logros, de experiencias felices. Llevar un diario donde escribas cada día cual fue tu emoción más predominante es una forma de ir tomando consciencia de tu estado emocional más frecuente.
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Reescribe tu vida: cambia la forma en que ves las cosas y las cosas que ves cambiaran de forma.
Kary Piloto
Coach y Mentora en Auto-Gestión Emocional
@karypiloto_mentora