El amor es fuente de inspiración y satisfacción para muchos y parece que un quebradero de cabeza para otros. ¿Puede ser que para aquellos para los que el amor sea un quebradero de cabeza lo que buscan, anhelan o sienten que desean no sea amor? En medio de lo que cada uno espera o desea del amor están las diferencias entre ambos sexos, porque a pesar de que las emociones sean universales y básicas, hombres y mujeres las expresamos de manera distinta. Algo a tener en cuenta a la hora de relacionarnos con la pareja.
Quizás has escuchado alguna vez “Es que… estamos hablando sobre un tema, no había acuerdo, se va acalorando la discusión y él coge y se va, así… Me deja con la palabra en la boca, en vez de hablarlo”. Y del otro lado puedes escuchar: “Es imposible… entra en bucle, se repite y repite, no salimos de ahí, no hay forma de avanzar, me canso y me voy a ver si en otro momento la cosa se plantea de otra manera, paso de estar aguantando el chaparrón”. Dos formas de percibir, sentir y expresar. ¿Y qué hacemos? Intentar comprender, respetar y buscar la manera de llegar a acuerdos en un buen momento para ambos. Ella necesitaba desahogar, hablar, y él reflexionar, silencio, no hay más. Si partimos de esta base cuando lleguemos a situaciones de este estilo podremos comprender a la otra parte y dar el espacio y tiempo que cada una necesita. Quizás una parte puede hablar y desahogar con alguien porque así lo requiere y la otra parte estar a solas, meterse en su burbuja, hacer introspección y salir cuando lo considere si en ese momento no siente la necesidad de hablar.
Por otro lado están las formas de expresar amor que cada uno tiene en su imaginario, no hay una única manera de amar ni de expresar ese amor. A veces tocará decir lo que se espera y se desea y por otro lado, tener la capacidad de entender y aceptar que la otra parte expresa amor a su manera, que no tiene porque ser la nuestra. Así que para que te emplees en el arte de ser versátil a la hora de expresar amor vamos a prestar atención al escritor Gary Chapman y a su libro 'Los 5 tipos de lenguajes del amor' donde da claves para saber aceptar, recibir y dar amor en sus diferentes formas. Sin olvidar que el primer paso del amor pasa por el autoconocimiento para luego compartirlo con la otra persona. Si no nos conocemos a nosotros mismos, si no sabemos realmente qué deseamos, queremos y esperamos de una relación de pareja lo dejamos a la improvisación. Pregúntale a un actor cuál es la base de su improvisación y dirá que es tener conocimientos. Juzga tú mismo cuál es la mejor opción.
El orden de los factores en la exposición no altera el producto. Se trata de conocer estos ‘lenguajes’ para utilizarlos según el momento. Se acerca la Navidad, así que empezaré por:
1. Los regalos. Saber si a tu pareja le gustan los detalles, no tanto lo que cuestan, sino más bien el esfuerzo en buscar, dedicar tiempo, elegir lo que sabes que le sorprenderá y le hará ilusión. Puede ser una experiencia, aciertas cuando conoces a la otra parte, la escuchas realmente, la observas, sabes sus gustos. Un regalo proporciona satisfacción tanto al que lo da como al que lo recibe si se hace desde el amor, no desde el cumplir, conseguir algo a cambio, quedar bien o porque toca.
2. Palabras de afirmación. Quizás tu pareja necesita que le expreses amor a través de elogios, palabras motivadoras con las que valoras lo que hace y cómo es, puede que le encante que le escribas textos donde le muestras afecto a través de las palabras. Las palabras tienen un gran poder y según cómo las usemos son sanadoras y reconfortan al oyente o lector.
3. Tiempo de calidad. Aquí se encuentran todas esas personas que disfrutan en compañía de otra. No hablo de esa compañía en la que un componente de la pareja está mirando la pantalla del teléfono o cualquier otra, sino de la compañía en la que se siente complicidad, estar en el momento presente, con los sentidos puestos en compartirlo y sacarle partido, independientemente del tiempo que sea. Se trata de que ambos se admiren, se sientan, se hablen aún sin hablarse. Para eso hay que dejar de lado la idea instaurada de que mi pareja siempre estará ahí, si no la cuidas, duda de esa afirmación. Estar es estar de verdad. ¿Sabes lo que es? Si no lo sabes, averígualo, sobre todo si a tu pareja le gusta mucho este lenguaje del amor, te compensa no estar ausente cuando estás a su lado. Como dice Víctor Küppers, “Planta que no riegas planta que palma (…) lo que queda es cariño y tiempo”. También comenta que no vale ponerle tres gotitas a la planta y decir que es de máxima calidad, con aquello de ampararse en que le dedicas tiempo de calidad a la pareja, si cuando estás con la pareja no estás presente de verdad, no vale, falta implicación. Plantéate el porqué.
4. Actos de servicio. Se trata de todos esos actos que llevas a cabo como forma de expresar amor, dedicas tiempo a facilitarle la vida a la otra parte, a sorprenderla con algo inesperado, agasajar al otro porque has estado atento, sabes qué necesita, dónde le viene bien más ayuda o colaboración. Algunos actos de servicio pueden ser: preparar la comida, ordenar sus cosas, si las tiene desorganizadas, con una sorpresa inesperada. Siendo amable, demostrando cariño en el día a día independientemente de las circunstancias.
5. Contacto físico. Sentir un abrazo, caricias, manos unidas. ¿Recuerdas, cuando eras pequeño, si sentías miedo o dolor, cómo te reconfortaba sentir un abrazo? ¿Cómo notabas la calidez de una mano expresando apoyo? A las personas que les gusta este lenguaje se les nota porque buscan el contacto físico, la cercanía, la calidez. Seguro que has escuchado más de una vez el poder sanador de un abrazo sentido.
Te dejo pensando en todo esto y a la vez te animo a averiguar cuál es tu lenguaje del amor, conocer el de tu pareja, hablar sobre el tema, llegar a acuerdos, a comprenderse incluso en la discusión, a dejarse espacio cuando es necesario, a reencontrarse con más ganas desde el conocerse a uno mismo y compartirlo con el otro. Te animo también a que combines todo lo anterior y no te pierdas vivir el amor de verdad. ¿Por qué? Porque puedes perderte más cosas y lo sabes. Si dejas que el conflicto entre continuamente en la relación, si no se habla, si se posterga, si no se llega a cuerdos, si no hay comprensión, si se pierde el afecto, el respeto y la admiración, si se pierde el clima positivo en la pareja, ¿qué se pierde también? El encuentro erótico. ¿Quieres eso? No, pues a trabajar en equipo. Si la respuesta es sí, plantéate el porqué y toma decisiones que hagan que la pareja vuelva a gozar de amor real, sentido, vivido y expresado. Decidas lo que decidas, nunca olvides el humor. ¡Hasta pronto!
Rut Mónica Díaz
Sexóloga
@sexologarutmonicadiaz