Estos cuatro aspectos de los que te queremos hablar hoy no son elegidos al azar. Todo lo contrario: gracias a nuestros seguimientos, hemos podido comprobar que resulta mucho más sencillo el cambio de hábitos alimentarios si atendemos a estos cuatro factores en su conjunto.
¿Quieres que te contemos cuáles son esos cuatro aspectos clave? ¡Perfecto! ¡Presta atención!
El primero es la depuración de nuestro organismo; el segundo, la nutrición que mantenemos día a día; el tercero las emociones y nuestra forma de gestionarlas; y por último el cuarto, que son los hábitos que repetimos a diario.
La mirada holística del ser humano nos recuerda que estos cuatro aspectos mantienen una sinergia entre sí, por lo que será vital cuidarlos a todos de la misma manera si no queremos enfermar.
Integrar y mantener en el tiempo una alimentación antiinflamatoria y energética, es mucho más fácil en un organismo depurado, ya que podremos identificar con mayor claridad las señales de hambre reales que emite nuestro cuerpo, y también podremos identificar más rápidamente si estamos comiendo emocionalmente o no.
Por otro lado, si nuestra gestión emocional y del estrés no es adecuada, muy probablemente nuestra forma de alimentarnos se verá afectada también. Y viceversa, si mantenemos una alimentación proinflamatoria, nuestros estados emocionales pueden acabar por desbordarnos.
Los hábitos son acciones que repetimos a diario. Si no prestamos atención ni cuidamos estos aspectos de los que te venimos hablando, ¿qué tipo de acciones crees que estaremos repitiendo? ¿Serán acciones que nos lleven a un estado de bienestar pleno o a un estado más tóxico que sano?
Como sabemos que quieres comenzar a prestar atención e integrar en tu día a día estos cuatro factores, aquí te dejamos unos consejos sencillos que puedes comenzar a implementar desde hoy:
Para facilitar la depuración de forma natural cada día:
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Integra en un porcentaje mayoritario alimentos como las frutas y las verduras crudas.
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Respeta los biorritmos: hay momentos del día en que el organismo está mejor preparado para comer y digerir. La franja horaria comprendida entre las 14h y las 22h es la mejor para alimentarnos.
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Escucha a tu cuerpo: come con hambre real, bebe cuando sientas sed, descansa cuando estés cansado, etc.
Para prestar atención a lo que comes, comienza por ponerle consciencia al acto de comer:
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Elimina las distracciones cuando comas. Deja a un lado el móvil, la tablet, las redes sociales, la televisión, los libros… come y simplemente, come.
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Mastica despacio y minuciosamente, de 15 a 30 veces por bocado.
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Evalúa tu hambre antes y después de comer. ¿Cómo te sientes?
Cómo poner el foco en tus emociones y tu estrés:
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Cuando te sientas en situaciones bucle, pregúntate: ¿qué no he aprendido aún?
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Lleva un diario. Escribir es altamente liberador. Es momento de zambullirte en tus emociones.
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Centra la atención en tu respiración. Vuelve a tu aquí y ahora. Es el único momento de tu existencia en el que tienes poder de acción.
Para identificar y modificar tus hábitos diarios:
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Pregúntate ¿lo que estoy haciendo hoy me lleva al lugar donde quiero estar mañana o me aleja de él?
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¿Qué depende de ti? Elige una primera acción que esté en tu mano hacer y comienza a integrarla en tu rutina hoy.
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Respeta tus tiempos de descanso. Permite que se relajen tu cuerpo, tu mente y tus emociones. Si sometemos el cuerpo a un estrés constante, el cambio de hábitos, como casi cualquier cosa, se vuelve tarea imposible.
Como puedes comprobar, la depuración, la nutrición, las emociones y los hábitos, están íntimamente relacionados y tienen un impacto directo en nuestra salud.
¿Tienes en cuenta estos cuatro factores en tu rutina? ¿Cuál es el primer consejo que comenzarás a poner en práctica? ¡Cuéntanoslo! Nos vemos la próxima semana.
Suso Valcárcel y Flor Fernández
Coaches de salud integral, expertos en nutrición natural y consciente
Fundadores de Hygemon y del programa C.I.S.E.