Cuando comenzamos un cambio de alimentación, muchas veces se hace necesario tener a mano recursos que nos ayuden a mantener este cambio en el tiempo.
Por eso, hoy quiero compartir contigo un truco que creo que va a servirnos de mucha ayuda para poder integrar el cambio de una forma real y sostenible en el tiempo.
Este truco es muy práctico y sencillo: se trata de reemplazar tus snacks habituales por otros más saludables.
De esta manera, cuando nos entren esas ganas de picar algo entre horas, de “llenar” esos momentos vacíos, o cuando aparezca esa ansiedad por comer que aún no sabemos cómo gestionar adecuadamente…
… en vez de comer productos que puedan dañarnos, vamos a seguir cuidándonos de una manera más sana y natural.
Así, además, mientras que integramos las herramientas que necesitamos para poder gestionar estas ganas de picoteo o ansiedad, nos permitimos caer en la tentación sin culpa.
¿Adivinas cuáles son los alimentos ideales para reemplazar tus snacks?
¡¡Claro que sí!! Las frutas y los frutos secos crudos.
Te invito a que, de ahora en adelante, tengas a mano frutas de pelado fácil (así, ni siquiera tendrás que lavarlas), como mandarinas o plátanos, y frutos secos crudos.
Tener a mano estos alimentos, permitirá aliviar la tensión que puedan generarte pensamientos del tipo “estoy picando lo que no debo”, “otra vez lo estoy haciendo todo mal”, al tiempo que vas reconociendo tus verdaderas señales de hambre real y/o emocional.
¡Cuéntame! ¿Cuáles son tus snacks preferidos? ¿A qué alimentos sueles recurrir cuando te asaltan las ganas de comer?
¡Nos vemos en el próximo artículo!
Flor Fernández
Técnica superior en dietética y Coach integral de salud
