Las variantes instintivas se basan en los tres instintos básicos que motivan el comportamiento humano; conservación, social y sexual. De la misma forma que tenemos un poquito de cada eneatipo en nosotros, también tenemos un poquito de cada variante, aunque siempre habrá una que sea dominante y que servirá de base para los problemas de nuestro eneatipo.
Esto significa que en realidad tenemos seis variaciones para cada tipo, lo que brinda un grado de detalle que quizás no siempre sea necesario, pero que nos permite comprender las relaciones entre una variante y otra, ya que los valores fundamentales entre ellas son totalmente diferentes.
Autoconservación: Les interesa lograr y mantener seguridad y comodidad físicas. Están interesados en la comida, ropa, el dinero, la casa y la salud física.
Cuando esta variante está en armonía con el eneatipo en cuestión, la persona es práctica, aplicando su tiempo y energía para ocuparse de las necesidades básicas de la vida. Cuando están en un estado menos sano, descuidan su aspecto físico o se obsesionan por la salud y/o alimentación.
Social: Les interesa ser aceptados y necesitados en el mundo. Aunque todos en mayor o menor medida somos seres sociales, el eneatipo que tiene esta variante tiene un deseo muy potente de caer bien y de sentirse valorado. Cuando está en armonía, goza relacionándose con otras personas, aunque tiende a evitar la intimidad.
Cuando está insano puede llegar a ser extremadamente antisocial y con resentimiento hacia la sociedad.
Sexual: Estas personas buscan las experiencias intensas, no solo las sexuales sino cualquier situación que les dé una carga emocional potente. Buscan el contacto intenso en todo. Es la variante más enganchada con la intimidad. En un entorno sano, tienen una visión de la vida muy amplia y exploratoria, pero cuando no están en armonía, no toman en consideración sus propias necesidades.
A modo de ejemplo, al entrar en una habitación lo primero que nota una persona con variante auto-conservador es la temperatura de la habitación, dónde está la comida y cual sería el sitio más cómodo para sentarse. La variante social busca el anfitrión, el que tenga más poder, prestigio o el que necesite ayuda, y la variante sexual busca la persona más interesante o las que le atrae más.
María Martínez
Coach y consultora de empresas
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