Este síndrome debe su nombre al neurólogo Josef Gerstmann, quien en 1924 trató el caso de un paciente adulto que, tras sufrir una lesión cerebral, era incapaz de reconocer e identificar los dedos de su propia mano, pese a reconocer el resto de partes de su cuerpo. Así, Gerstmann definió esta alteración como ‘agnosia digital’. Movido por el interés de este síntoma, continuó observando nuevos casos, y con el paso del tiempo halló que diferentes personas presentaban un grupo de síntomas que constituirían un nuevo síndrome clínico denominado síndrome de Gerstmann (SG).
Así, a día de hoy, se reconoce que los cuatros componentes del Síndrome de Gerstmann son:
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Agnosia digital: Déficit para reconocer, identificar, diferenciar, nombrar, señalar los dedos de la mano de forma individual, propia o de otras personas.
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Confusión derecha-izquierda: incapacidad para discriminar o señalar el lado derecho e izquierdo de los objetos, del suyo propio o de otras personas. Representa una dificultad generalizada en la aplicación del concepto espacial de la orientación lateral del cuerpo.
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Agrafia: Alteración adquirida del lenguaje escrito secundaria a una lesión cerebral, de expresar ideas o pensamientos a través de la escritura.
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Acalculia: Incapacidad para operar con números o de realizar cálculos aritméticos.
Muchos psicólogos y neurólogos han hablado de un quinto síntoma: la afasia semántica, defecto en el acceso y la comprensión de estructuras lógico-gramaticales en el lenguaje oral y escrito con conservación de la repetición de sonidos y palabras. Actualmente, sigue existiendo un debate al respecto, aunque cada vez son más las evidencias clínicas y los hallazgos que reportan la presencia de este síntoma en pacientes con Síndrome de Gerstmann,
El síndrome de Gerstmann es un trastorno neurológico de baja incidencia, cuyo diagnóstico es infrecuente en el niño debido a un aspecto evolutivo, ya que los lóbulos parietales presentan una maduración funcional que es muy lenta durante la infancia y, por tanto, sus funciones cognitivas emergen tardíamente en la infancia. Esto dificulta que se pueda valorar y tener evidencias en los más pequeños.
Actualmente, neurólogos y neuropsicólogos pueden intervenir sobre este Síndrome, para reducir el impacto de este sobre la vida de la persona.
Aquí te dejo un vídeo explicativo por si fuera de tu interés: https://www.youtube.com/watch?v=GLJdcmSIoNQ
Cristina de la Fe
Neuropsicóloga
Psicóloga sanitaria
