Te animamos a que nos leas hasta el final y descubras cómo puedes integrar tan valiosos consejos para potenciar tu calidad de vida de forma casi instantánea.
En un artículo anterior, te hablábamos de la importancia de mantener contentos y en equilibrio a nuestros microbios. Y hoy queremos desvelarte un pequeño pero muy eficiente truco para contribuir a ese equilibrio de una forma súper sencilla y natural.
¿Quieres que te contemos cómo logramos mantener a raya las concentraciones de nuestros microorganismos para que no se vuelvan patógenos y nos “ataquen”?
¡Genial! ¡Vamos a ello!
Hay diferentes maneras de restaurar y mantener el equilibrio interno de nuestro cuerpo, pero hoy vamos a comenzar por contarte la que creemos que se encuentra en la base de la salud.
Nos referimos a la depuración: mantener un organismo limpio de toxinas es vital para que la enfermedad se mantenga alejada de nosotros y que la microbiota y el organismo en general se encuentren en homeostasis.
La depuración es un proceso que se da de forma natural en nuestro cuerpo a diario y es imprescindible para que podamos gozar de una “salud de hierro”: Cada día generamos “basura” y los órganos encargados de la eliminación (especialmente hígado-intestinos, pulmones, riñones, piel, linfa), la sacan fuera.
Existen muchas maneras de influir y de potenciar este proceso en nuestro día a día. Pero hoy queremos compartir contigo nuestro secreto para facilitar los procesos depurativos del cuerpo de forma natural:
Entre otros hábitos que practicamos a diario, le damos prioridad a mantener una alimentación rica en nutrientes, a base de frutas y verduras crudas, ya que estos alimentos son los que facilitan que los órganos encargados de la eliminación puedan llevar a cabo sus funciones de forma óptima, contrarrestando así la aparición de síntomas molestos y enfermedades.
Para ilustrar mejor esto, te contamos aquí algunas cualidades que tienen las frutas y las verduras:
- Son alimentos con una muy baja carga digestiva y un alto valor nutricional.
- Prácticamente no requieren digestión, ya que traen sus propias enzimas.
- Tienen gran cantidad de fibra, contribuyendo así a la sensación de saciedad, a regular nuestro peso y también nuestro tránsito intestinal.
- Traen consigo numerosos nutrientes y oligoelementos imprescindibles para la vida (vitaminas, minerales, enzimas, ácidos grasos, aminoácidos, agua, etc.).
- El azúcar de las frutas no causa fatiga en el páncreas, ya que puede ser debidamente metabolizado por nuestro organismo.
- Nos aportan mucha vitalidad muy rápidamente.
- Nos hidratan con un agua muy rica en nutrientes.
Una alimentación rica en frutas y verduras, permite liberar la carga digestiva, facilitando que nuestra energía quede disponible para otros asuntos vitales, como la eliminación y regeneración de nuestras células, órganos y tejidos.
Como puedes ver, un hábito tan sencillo, como incorporar frutas y verduras a diario, te permitirá favorecer esa depuración que se da en tu organismo de forma natural cada día y mantener a raya los microorganismos que conforman tu microbiota, fortaleciendo así tu sistema inmunitario.
Por último, te dejamos algunos truquitos para que incorporar frutas y vegetales en tu día a día te resulte algo tan sencillo como placentero:
- Ten a mano frutas de pelado fácil, como plátanos o mandarinas, para recurrir a ellas cuando sientas hambre durante el día.
- Otra opción también es recurrir a los frutos secos crudos.
- Acompaña cada comida con una buena ensalada de vegetales crudos.
- Integra la fruta en tus des-ayunos, meriendas o snacks.
- Puedes hacer meriendas creativas, ricas y sanas, como con crudités con guacamole, por ejemplo.
- Unta tus tostadas con tomate y aguacate, o tomate y aceite en vez de jamón o mantequilla.
Hasta aquí por hoy. Ten siempre presentes estos consejos. Recuerda que tienen el poder de hacer tu vida más sencilla, con equilibrio y llena de vitalidad.
Suso Valcárcel y Flor Fernández
Coaches de salud integral, expertos en nutrición natural y consciente
Fundadores de Hygemon y del programa C.I.S.E.
