Una monocomida es justamente eso: ingerir un solo tipo de alimento por comida, al igual que hacen los animales en la naturaleza.
Integrar las monocomidas trae numerosos beneficios para nuestra salud. Recuerda que es de vital importancia no sobrecargar en exceso nuestro aparato digestivo intentando digerir muchos tipos de alimentos en una sola ingesta, para evitar la sobreestimulación en nuestros órganos digestivos.
El hábito de las monocomidas permite que nuestras digestiones se vuelvan más livianas y evita la fatiga al aparato digestivo. Además, facilita los procesos de eliminación y regeneración del organismo y contribuye a que el reparto de la energía vital sea equilibrado entre todas las funciones del organismo, por nombrar algunos de los beneficios.
Si te paras a pensar, somos los únicos seres que hacemos mezclas tan desproporcionadas en la dieta: ensaladilla rusa de primero, lomo con patatas de segundo, un helado de postre…
¿Recuerdas las combinaciones de alimentos? Imagina el enorme esfuerzo y fatiga al que es sometido nuestro aparato digestivo cuando realizamos tantas mezclas en una misma comida.
Pero claro… cuando te hablo de integrar el hábito de las monocomidas me refiero especialmente a los alimentos que de verdad nos nutren, como las frutas y las verduras; no me estoy refiriendo a una monocomida a base de patatas fritas.
Las frutas nos proporcionan los nutrientes que necesita nuestro organismo para gozar de buena salud. Por lo que si nos saciamos de manzanas, mangos, papaya, plátanos, uvas, naranjas, o cualquier otra fruta por vez, estaremos facilitando que nuestro organismo asimile todos los nutrientes de forma óptima.
Por supuesto que no quiero decirte con esto que siempre haya que comer un solo tipo de alimento por vez. Lo que intento decirte con este artículo es que resulta muy beneficioso para nuestra salud integrar el hábito de preparar comidas más sencillas e incluir, al menos, una monocomida en tu dieta como algo más habitual.
Acercarnos a una dieta sencilla, de baja carga digestiva y alto valor nutricional aumenta nuestra calidad de vida. Por eso, te animo también a seguir incluyendo en tu día a día alimentos crudos en un porcentaje mayoritario y a disminuir al máximo los procesados para beneficiar tu salud en el mediano y largo plazo.
Para terminar, quiero dejarte un consejo que creo puede serte útil para comenzar a integrar este nuevo hábito. Te propongo empezar por des-ayunar una vez a la semana, una monocomida de frutas, la cantidad que necesites hasta saciarte.
¿A que es sencillo?
¡Cuéntame si te animas a integrar los des-ayunos con monocomidas de frutas! ¡Me encantará leerte!
Flor Fernández
Técnica superior en dietética y Coach integral de salud
