domingo. 24.11.2024

La magia de la Navidad

En estas fechas navideñas es importante también cuidar la decoración del hogar. Nuestra interiorista Paula Cabrera te da algunos consejos para sacar todo el partido a tu casa e inundarlo de la magia de la Navidad

Árbol de Navidad
Árbol de Navidad

La Navidad, pese a toda crítica, es una de las épocas más esperadas del año. Puede que, aunque aflore la nostalgia y en muchas ocasiones las personas que faltan son las que más se anhelan, es cierto que es un momento donde revivir las historias y anécdotas que han supuesto en nuestra vida.

Dentro de nuestro campo, es la época perfecta para engalanar las casas, llenarlas de color y alegría y conseguir que nuestro hogar sea más entrañable y cariñoso tanto para los mayores como para los pequeños.

El árbol y el belén de Navidad son dos de los símbolos más característicos de la Navidad en la actualidad, siempre acompañados de coronas y guirnaldas. Aunque los comercios se adelanten y empiecen con sus adornos casi cuando retiran los bañadores de los escaparates, la tradición y las buenas costumbres nos llevan a aprovechar el puente de diciembre para hacerlo en casa.

Es el día 8 de diciembre, marcado a través de la Ineffabilis Deus, carta enviada por el Papa Pio XII, donde se declara el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Bien es cierto que el árbol de Navidad no es un símbolo cristiano y que pertenece a otras culturas desde la antigüedad, nosotros hemos adaptado este elemento como nuestro y lo hemos convertido en un icono en nuestras casas.

Los adornos navideños son múltiples y variados, de todos los colores y materiales y bien diversificados los gustos. Pero este año las características básicas del estilo a seguir es el efecto Nature, sencillo que predomine siempre el color del árbol, aunque reconozco que es difícil.

Para conseguir un efecto homogéneo debemos empezar por decidir qué tipo de árbol queremos o tenemos.

Si tenemos que decidirnos a comprar uno debemos tener en cuenta que, si lo compramos sintético, será un árbol que nos dure prácticamente toda la vida, ya que si después de cada año lo empaquetaremos bien, junto con los adornos, su durabilidad será prolongada.

Si en su caso decidimos comprarlo natural tenemos dos opciones, los que vienen en maceta, que en nuestra comunidad tendremos que decantarnos por una Araucaria. Lo podremos comprar en un vivero y nos da la opción de poder plantarlo en un futuro y brindarnos de su maravilloso color y esplendor a lo largo de su etapa de crecimiento.

En el caso que lo queramos de tallo cortado, también podremos encontrarlos en viveros y tendrá la duración aproximada de tres meses, después de ese tiempo suelen empezar a caerse sus hojas y ser muy sucio.

La frondosidad y altura son una de las características más buscadas, ambas tres opciones nos brindan la oportunidad de elegir ¡cómo de grande lo queremos!

El siguiente paso será la iluminación, si queremos que sea multicolor o monocolor, ambas dos, tendrán la opción del modo intermitente e incluso con música, eso dependerá de cuan espíritu navideño tenemos en nuestro hogar. Si fuéramos americanos, posiblemente inundaríamos de luz todo aquello que toquemos, así que se deja la opción libre de disfrutar como niños.

Las bolas, guirnaldas y demás adornos que forman el árbol, por regla general, suelen ser adornos que vamos acumulando a lo largo de los años. En mi caso intento siempre cambiar un poco los colores, pero como en un cuadro, equilibrado. No mezclar mucho e intentar tomar una paleta de colores, si algo desentona, podemos dejarlo para el año que viene.

Y como colofón final, la estrella que corona el árbol y el faldón que será el apoyo de los ansiados regalos. Ambos suelen tener un significado sentimental o por los años que tiene o bien por que fue un regalo familiar y, en el caso que no hubiera sido así, den la importancia que ello tiene creando una tradición y así comenzará la magia de la Navidad.

“Somos nosotros creadores de ilusión y tenemos la capacidad de hacer magia, todo dependerá de cómo queramos vivir. Yo, prefiero ser feliz.”

 

Paula Cabrera

Arquitecta de interiores e interiorista

www.vandamarte.com

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