Como ya decíamos en nuestro artículo de hace dos semanas, la Navidad para muchos es la época más importante del año, no queriendo imponer la felicidad exagerada ni un recuerdo forzado, es verdad que para muchos de nosotros es notar la ausencia de los seres queridos que ya no pueden acompañarnos en estas fiestas. Sin embargo, es el momento perfecto de recordarles y crear nuevos recuerdos con aquellos que nos acompañan en estas fechas tan marcadas en el calendario.
La composición de la mesa puede ser tan aleatoria como única, ya que cada mesa familiar es incuestionable y siempre montada con gran cariño y afecto hacia los comensales.
Es un ritual, que al igual que la cocina, reflejan el amor la dedicación y entrega de aquel o aquellos que la configuran.
En realidad, no hay ninguna nota marcada ni regla fija para hacerla, yo particularmente soy partidaria (con el montaje del árbol) de ir reuniendo piezas a lo largo de los años que aporten nostalgia y recuerdo.
Utilizaremos como base un buen mantel, que siempre puede ser uno que tengamos a lo largo de los años, en colores base como el rojo, blanco o incluso crudo, que siempre nos permitirán conjuntar con el resto de las piezas utilizadas en la mesa. Así mismo están los decorados con ornamentos navideños que serán sin duda el foco de atención de la mesa.
La vajilla es la pieza estrella dentro de esta composición, sin duda serán recuerdo de la abuela o de nuestros padres. Piezas clave siempre bien conservadas y utilizadas a lo largo de los años sólo para ocasiones especiales. En mi caso siempre utilizo la de mi abuela en Nochebuena, regalo de boda de mi abuelo que sin duda guardo y atesoro como parte importante de nuestra historia familiar. Me trae su tacto y su recuerdo aún vivo en nuestros corazones. Es la mejor forma de tenerla conmigo en este día tan marcado y enseñar a mis hijas el valor del recuerdo y la honra.
Si decidieras en cualquier caso adquirir una nueva, siempre recomiendo comprar una buena loza de Porcelana, que sin duda su calidad y durabilidad nos acompañará en muchas festividades.
Con la cubertería pasa un poco igual, hay quien las conserva aun de plata, alpaca o acero inoxidable. Siempre escogeremos para estas fechas lo mejor que tengamos a fin de dar calidez a nuestra mesa.
La cristalería nos da la elegancia en la mesa, por regla general en el caso de no disponer de un juego completo, muy común en todas las casas por su fragilidad, yo abogo por la combinación de copas y vasos de distintas cristalerías. Esto nos dará una buena perspectiva de la mesa y no debemos olvidar que, como mínimo, debemos poner copa de vino, champán y agua. Si nos resulta mas cómodo el vaso, siempre ponerlo decorado.
Sin duda no hay regla marcada con el resto de los complementos decorativos, además este año al encontrarnos en muchos casos con restricción de comensales, nos será más fácil acatar el montaje de la mesa y podremos dar rienda suelta a nuestra imaginación con todo aquello que nos resulte bonito y agradable y crear una decoración ecléctica.
La única exigencia es tener la fe que será una gran noche con nuestros seres queridos y disfrutar de ellos.
Sin duda otros años a lo mejor fueron mejores, pero este será más especial.
En mi nombre y en nombre de toda la familia que conforma Vandamarte, les deseamos una muy Feliz Navidad a todos y los mejores deseos para todos en estas fechas.
Paula Cabrera
Arquitecta de interiores e interiorista
www.vandamarte.com