El talón de Aquiles dentro de nuestra profesión es, posiblemente, el hecho de centrarnos solamente en lo visible, solo basarnos en la estética. En sí me parece bonito o no para mi salón un simple jarrón. Si nos centráramos en qué significa para nosotros el jarrón, qué sentimiento nos transmite y qué armonía produce al resto del entorno, sería entonces cuando consiguiéramos lo que realmente deseamos: armonía y equilibrio.
Uno de los “must have” de nuestra profesión es ir más allá de lo que para cualquier persona le es imposible hacer. El estudio de la tridimensionalidad, el volumen y el color son para nosotros, como profesionales, un básico. Pero realmente son pocos los que buscan el sentido del conjunto a través de equilibrio de los elementos que engloban el significado de la palabra hogar.
El Feng Shui forma parte de una filosofía milenaria proveniente de China que se basa en la idea de que estamos conectados con todo el universo y de que formamos parte de una inmensa red de conjunto.
Esta técnica, en realidad, nos hace tomar conciencia del espacio habitado y cómo podemos mejorarlo en el futuro tras nuestra intervención. Aquí tenemos que prestar especial atención a los elementos básicos como el sol y en qué punto regente nos encontramos nosotros para poder aprovechar al máximo su energía.
La energía Chi es el campo energético que se mueve dentro y fuera del cuerpo. Es un ligero flujo de energía electromagnética que transporta las emociones, los pensamientos y las creencias; tal es así que si usted se encuentra excitado, una energía chi de excitación recorrerá su cuerpo.
El campo de energía Chi se extiende más allá de nuestro cuerpo, este campo energético exterior se llama ‘aura’ y es fielmente constatada su existencia mediante la fotografía Kirlian.
Las lecciones aprendidas de dicha técnica son múltiples, pero cada vez que entro en una casa me fijo especialmente en varios puntos:
-Puertas y ventanas
Es el punto de entrada de la energía en una casa. Con las ventanas podemos ajustar la manera en que queremos que el chi fluya hacia el interior. Si anhelamos ser más sociables e interactuar con el entorno que nos rodea, debemos vestirlas de modo ligero, añadiendo cortinas a modo de visillo que matice y afine el ambiente.
Cuando se utilizan materiales nobles como la madera en contraventanas, conseguiremos un entorno más acogedor, dinámico y estimulante.
Con las puertas, siendo la principal entrada de energía en el hogar, la corriente una vez que entra en una casa desplaza parte de la energía que ya se encontraba dentro.Su orientación será determinante, siendo una entrada con orientación al Norte generalmente más tranquila y buena como refugio.
Cuando está orientada al Sur será altamente activa, llegando incluso que uno se sienta excesivamente emotivo y estresado. La mejor solución es revertirlo con los colores, que nos ayudaran a neutralizar y armonizar. La madera sin pintar creará armonía y el negro, que la hará más elegante, ayudará a calmar las emociones.
-El uso de los espejos y plantas
Los espejos dentro la filosofía Feng Shui son portadores de abundancia y prosperidad porque son multiplicadores de energía Chi. Es recomendable tener en cuenta que han de ser espejos continuos, nuestra reflexión no puede partir nuestra imagen ni distorsionarla. Los espejos convexos alejarán la energía negativa y debemos limitar su uso dentro de las habitaciones, ya que se considera que alejan la buena energía. Un espacio oscuro y estrecho será el espacio perfecto para su colocación.
Las plantas serán hilo conductor del Chi en tu hogar y purificador del ambiente. Ayudarán a armonizar el entorno, atraerán buenas energías y buenos sentimientos. Aliviarán el estrés y nos ayudarán en el control de las ondas electromagnéticas.
Debemos descartar las flores secas, ya que son consideradas como “energías muertas”, y plantas con pinchos o puntas afiladas, que las reservaremos como barrera para vecinos noveleros y molestos. En el interior de nuestra casa es mejor evitarlas.
-El uso del color
Clave importante dentro de nuestro entorno y nuestro reflejo cómo individuos, influye directamente en nuestra psique y en nuestra manera de relacionarnos con todo lo que nos rodea.
Al mismo tiempo, cada dirección de su casa está asociada a un color. Si utilizamos el color en la dirección adecuada reforzaremos la energía Chi:
El blanco está asociado al Noreste, color que le hará sentir más motivado, con la mente clara y decidido.
El azul está asociado con el Sureste, color para la creatividad, imaginación y constancia.
El crema, asociado con el Norte, fiel reflejo de la independencia, objetividad y espiritualidad.
El violeta, asociado con el Sur, pasión, sociabilidad, agilidad mental y emotividad.
El Feng Shui cambiará tu punto de vista, tu casa y tu vida.
Paula Cabrera
Arquitecta de interiores e interiorista
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