Sin duda, la cocina es uno de los espacios mayormente demandados a la hora de centralizar una reforma de una vivienda. Se convierte en núcleo neurálgico de una casa donde se suman múltiples necesidades. Las razones son obvias: posiblemente sea el espacio de un hogar donde mayores experiencias y vivencias vean la luz. Es un punto de sinergia donde confluyen las emociones de una casa.
Lugar de creación, diálogo y convivencia
Es por ello, que es necesario y no debemos dejar pasar algunos de los puntos clave que nos dará el mejor resultado sobre nuestra futura cocina.
En el caso que hayamos tomado la decisión de reformar nuestra antigua cocina, debemos plantearnos qué es lo que más nos gusta de su distribución. No cambiemos lo que funciona, el cambio ha de plantearse en aquello que nos entorpece y nos incomoda.
Debemos considerar los recorridos, los espacios de convivencia y los cruces de movimiento. Tener muy clara las funciones que desempeñan dentro de ella los distintos electrodomésticos y los usos que les damos.
Es así que, en el caso que nuestro medio de cocción más utilizado sea el horno, debemos buscar el espacio de trabajo que sea más cómodo para nosotros, sin olvidarnos de la interactuación que tenemos con el resto de funciones.
Busca tu comodidad
En el caso de que tengamos un lienzo en blanco o la propuesta anterior sea totalmente opuesta a nuestra idea, el planteamiento es a la inversa: ¿Qué no nos gusta de las cocinas anteriores? Es entonces el momento de “empaparte” de buenos recursos fotográficos e ideas al respecto antes de configurar la cocina de tus sueños. A partir de ahí crea un listado de “must have”, todo aquello que quieres y no vas a renunciar. Reconocer una necesidad es la principal condición para el diseño.
Busca asesoramiento siempre. Si bien no puedes acceder a un buen profesional, las distintas empresas de cocina cuentan con asesoramiento personalizado para acometer una buena distribución. Pero tampoco renuncies a pedir presupuestos a otros expertos, arquitectos e interioristas, ya que son aquellos que tendrán una idea global del conjunto y sabrán equilibrar el conjunto de necesidades de tu hogar dándote un resultado, sin duda, óptimo.
Los estilos viene y van, así que cuando elijas la apariencia de tu cocina básate en la atempolaridad de tu esencia. Aquello que te mueve a sentirte cómodo y que visualmente sea más agradable para tus ojos. Prioriza en la calidad de un buen diseño, él siempre repercutirá en tu vida.
No renuncies a tu sueño: la inversión en una buena cocina tiene un rendimiento aproximado de quince años o más. Eso es lo que tardarás como mínimo en decidir si cambiarás los muebles de la cocina o los electrodomésticos. Así que, cuando tengas tu presupuesto, haz el cálculo de tu rendimiento mensual y te sorprenderás de lo barata que te resulta a lo largo de los años.
No desistas, la importancia que tiene una cocina en tu hogar es de gran valía. Ahí cocinarás tu futuro y la felicidad de tu familia y amigos.
Paula Cabrera
Arquitecta de interiores e interiorista
