Crear un hogar más cómodo, dónde hay espacio para todos y donde podamos hacer una vida solos o en familia que realmente nos agrade no suele ser tarea fácil. Encontrar ese entorno que nos provoque ese amor a primera vista y queramos echar raíces en él suele ser más complicado de lo que parece. Salir de nuestra ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en la búsqueda de unas nuevas sensaciones se está convirtiendo en la nueva gymkana de nuestros clientes.
En las últimas semanas, las peticiones de valoraciones de viviendas antiguas y, por regla general, de auto construcción ha aumentado en nuestro estudio. Esto precisa de un análisis pormenorizado de cada detalle y cada elemento que puede ser un problema en el futuro a corto plazo. Cierto es que su encanto particular o su ubicación suelen ser un aliciente, pero es evidente que requerirán de una reforma más cuidadosa de lo normal.
Lo primero que debemos tener en cuenta son los cimientos, si bien es cierto que un arquitecto de interiores con amplia experiencia puede darse cuenta si la estructura de la casa se encuentra cedida, en cuyo caso siempre es recomendable ir acompañado en segunda valoración por un arquitecto e ingeniero calculista. Ellos serán los que determinarán si nos encontramos con una vivienda sana y si no lo está, qué debemos reforzar para poder tener seguridad.
Las humedades suelen ser uno de los grandes males de nuestras edificaciones, ya que por regla general la base constructiva de materiales suele ser de muy baja calidad o, en su defecto, las mezclas y proporción no suelen ser las correctas. Analizar correctamente el cómo podemos subsanarlas será tarea ardua, saber si son por capilaridad o por filtración será importante, ya que si se trata de filtraciones debemos acatar el problema reparándolo e impermeabilizando. Si son por capilaridad todo será más complicado, pero utilizando los distintos materiales de última generación podremos acabar con el problema o, al menos, corregir durante un proceso largo del tiempo.
En cuanto a los pilares, quizás queramos hacer un loft todo diáfano, pero debemos recordar que por regla general, en las vivienda de autoconstrucción de más de 50 años los maestros hacían de cada pared una maestra. Quiere decir que en el caso que queramos realizar una retirada de tabiques, siempre es una buena opción contar con arquitecto e ingeniero. Nunca, nunca, nunca sin supervisión técnica, ya que podemos tener un susto en nuestra deseada nueva casa.
Por último, no elimines el encanto de la casa: el hecho de que hagamos una reforma no implica que olvides su origen, su esencia y sus materiales emblemáticos. Recuerda que si la primera vez que entraste te enamoró solo cabe mejorarlo con tu huella, no cambiarlo por completo.
Paula Cabrera
Arquitecta de interiores e interiorista
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