Si observas síntomas de resfriado en bebés recién nacidos dirígete a tu médico.
No obstante, te dejo algunos consejitos para ayudarte en esas noches, en las que abundarán despertares, tos y mocos.
1️. Sigue las recomendaciones de tu pediatra.
2️. Hidrátalo bien. Agua o pecho, según el momento en que esté.
3️. Si se le ha recetado medicación y no le gusta, aléjala todo lo que puedas del momento de dormir. No se la des en su habitación y si puede ser fuera de la rutina mejor, para no romper el momento calma.
4️. Si ya duerme contigo, fenomenal para atenderlo; si no, acuéstate tú en su cuarto. Cuando se recupere, es más fácil que los adultos volvamos a nuestra habitación a sacarlos a ellos de nuestra cama, si no es tu fin hacer colecho.
5️. Cuando la noche sea un desvelo constante, es mejor dejar que duerma más de día. El sueño es recuperador, se desarrolla el sistema inmunológico.
6️. La congestión nasal es motivo de despertares. Levanta ligeramente el cabezal de su cuna para ayudarles a respirar; también dormir de forma más vertical con nosotros, pero ojo porque por seguridad no es lo más recomendado. Los lavados nasales son nuestro gran aliado.
7️. Atenderlos dentro de la habitación.
8️. El cuerpo de los bebés es inteligente, si no reciben sus calorías diarias, las reclamarán de noche; tienen un cómputo de 24 horas para alimentarse, así que no te preocupes si de día ha estado inapetente y reclama más tomas nocturnas.
9️. Refuerza su vitamina C a través de su alimentación: kiwi, naranja, limón...
10. Con compañía y con amor... todo se pasa mejor, así que paciencia, que los buenos hábitos no se olvidan y cuando se recuperen, volvemos a las rutinas.
¡Cuéntame tus remedios para cuando están malitos, que te leo!
Mónica Quesada
Asesora de sueño infantil certificada, maestra y CEO
www.dormirhastalalunayvolver.com