Desde que tengo uso de razón, mucha gente conocida y desconocida me considera un artista porque "creo algo maravilloso algo bonito”. Solo por el mero hecho de deslizar unas líneas en un papel y representar algo que veo en mi imaginación, ya me consideran un artista. En mi opinión, un individuo no nace siendo artista, únicamente puede tener la predisposición de llegar a ser un artista o artesano. Pienso que el dibujo es un lenguaje universal y que de niños lo usamos incluso antes de saber escribir. Nacemos creando arte.
Uno de los ejemplos más claros que tenemos es la similitud que hay entre el artista del pleistoceno y un niño/a. En los dos casos utilizan las manos y las herramientas que tienen a su alcance para expresarse visualmente. Si nos fijamos, el homo sapiens dentro del arte rupestre o arte parietal utilizaba como soporte las rocas o cuevas para expresarse, y los pequeños utilizan papel e incluso, si los padres se despistan, son capaces de pintar en todas las paredes de casa. ¿Dónde reside la diferencia?
A medida que vamos avanzando en la historia, vemos que el arte es considerado en sí mismo un progreso. El artista siempre ha existido, ha ido evolucionando en cada época. Desde su nacimiento en el paleolítico, el homo sapiens se expresó libremente. Sin ninguna figura por encima de él, se interesó en dibujar y pintar la realidad. Con la ayuda de la madre naturaleza crea un abanico de instrumentos, experimenta con la pintura y hasta sin querer, se avanza en el tiempo con los primeros “museos”.
En todas las culturas el artista siempre ha estado presente. A largo de la historia, el artista/artesano siempre ha estado a merced de los dioses con un arte uniforme, desde la época de los faraones. Con la llegada del cristianismo a Europa, el artífice recibía encargos de las órdenes religiosas a través de un patrón y el pintor medieval era un mero peón al servicio de Dios.
En los siglos XV y XVI, el "artífice" u “hombre de oficio” empezó a reivindicarse. Aunque aún la palabra artista no existía en el Renacimiento, el estatus del artista se elevó al de un individuo dotado de técnica e intelecto “genio” y empezó a codearse con poetas, gracias a un previo aprendizaje. En esa época aparecen los patrones y los mecenas, como la familia Medici, protectora del pintor Sandro Botticelli, porque no se podía salir de la condición de artesano solo a partir del talento.
Ya a partir del siglo XVIII, el concepto artista/artesano quedó definitivamente separado. ¿Por qué hay que dividir estos dos conceptos? ¿Hay tanta diferencia entre ellos?
Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la separación ya estaba establecida en todo el conjunto. Un artesano precisaba destreza con las manos, creatividad para crear, disponer de herramientas y materiales para su producción artesanal. En cambio, se le denominaba "artista" a un individuo con la invención y la imaginación suficiente para crear arte.
En el siglo XXI estos dos conceptos son muy parecidos, la diferencia entre artista y artesano es mínima, los dos individuos precisan de: destreza con las manos, creatividad, imaginación, herramientas, material y formación. Así pues, parece que la diferencia reside en que un individuo crea obras de arte cuyo destino es simplemente la contemplación y el artesano crea obras cuyo destino tiene un único fin, crear un producto para ser vendido.
Sin embargo, con la llegada de las nuevas tecnologías, cuya única función es facilitar el trabajo mecánico del artista/artesano aplicando conceptos nuevos en su arte, apreciamos un punto de inflexión. Vemos que esa destreza que en antaño era importante para crear con las manos, ya no es tan necesaria con las tecnologías. Las máquinas han ayudado al artista a magnificar sus conceptos sin margen de error, simplemente perfectos. Estos "cachivaches" han facilitado una producción automática rápida y fiable, negando al artista la capacidad de conservar la mente libre para pensar en la obra, mientras que el cuerpo se dedica a la ejecución sin necesidad del cuidado del espíritu.
En conclusión, se aprecia un arte unificado entre artista/artesano, sin perder de vista la evolución de las nuevas tecnologías que hacen que el artista utilice instrumentos técnicos, que se han convertido en aliados confiables mejorando la capacidad limitada de nuestras percepciones para magnificar la obra o, en algunos casos, pierda la artisticidad que se le había otorgado, privándole de los conceptos básicos en el mundo del arte. Así pues, ¿nacemos artistas?
Les dejo un enlace de un video titulado “Las estatuas también mueren” de Alain Resnais, que ayuda a entender mejor el concepto artista/artesano: https://www.youtube.com/watch?v=lXIkzGWIAfo