Hay centros donde cada rincón o cada aula es una isla. Y otros, como sucede en el CEIP en Arucas, donde las islas conforman un archipiélago: cada elemento es independiente, pero están comunicados unos con otros creando sinergias que impulsan la vida, que llevan el oxígeno a todo el sistema.
El corazón es el motor. El cerebro pone la intención. No sé bien en cuál de estos niveles interviene Andy Marrero, su directora. Tiene la capacidad de buscar soluciones nuevas a los problemas de siempre y creo que es eso lo que se le pide a alguien que ejerce el liderazgo educativo: tener capacidad de análisis y reflexión, ajustar las propuestas a los recursos disponibles para no crear falsas expectativas y disponer los elementos para que todos los componentes del equipo den lo mejor de sí mismo.
En ocasiones, los responsables de los centros tienden a sentirse dueños del espacio educativo que han elegido gestionar. Con el tiempo incluso, van ajustando los objetivos colectivos a sus necesidades personales, convirtiendo todo en un «proceso de adaptación» y no en un «proceso de evolución». Para estos directores y directoras sería aconsejable unas sesiones de «oxigenoterapia hiperbárica educativa».
Cuando escuchas a Andy Marrero descubres que, siendo consciente de la impronta que su personalidad ha tenido y está teniendo en el centro, se coloca de perfil, desviando toda la atención a la capacidad y la fuerza del cambio que provocan las acciones de sus compañeros y compañeras. Es un estilo educativo lleno de vida y exigente, porque sabe que el aprendizaje implica movimiento: un corazón que late y tiñe de ilusión lo que le rodea y un cerebro que impulsa y te hace mejor a su lado.
Así es Andy Marrero, oxígeno puro.
¿Quieres respirar su aire? Escucha la entrevista que le hicimos:
https://www.spreaker.com/episode/49166382
Enlace para su descarga:
https://api.spreaker.com/v2/episodes/49166382/download.mp3
Daniel Martín
http://danielmartincastellano.com