Francisco de Miranda fue el primero, de ahí su sobrenombre de "el precursor" que empezó a realizar gestiones diplomáticas y militares con la finalidad de enfrentarse a España y liberar a sus colonias. Su padre había nacido en Santa Cruz de Tenerife, por lo que por sus venas corría sangre isleña de primera generación. Es muy probable que en sus encuentros familiares su progenitor le narrara, como haría cualquier emigrante, historias de su tierra natal.
Simón Bolívar estuvo relacionado con Canarias por dos aspectos bien distintos. Por un lado se casó con Teresa Rodríguez Del Toro, cuyo bisabuelo provenía del municipio de Teror en Gran Canaria. Esa vinculación es muy pobre, ya que el desconocimiento de Teresa sobre nuestras islas debía ser absoluto.
Sin embargo, Simón Bolívar tuvo un vinculo aún mas fuerte con las Islas Canarias, ya que siempre diferenció a sus habitantes del resto del estado español. Así lo demostró en su famoso "Decreto de Guerra a Muerte" que firmó el 15 de junio de 1813 en Trujillo, Venezuela. En dicha proclama "el libertador" señala: "Españoles y canarios contad con la muerte aunque seáis indiferentes, si no obráis por la liberación de América, Venezolanos contad con la vida aunque seáis culpables." Con estas palabras nos identifica de forma clara como diferentes al resto de españoles.
Por último, José Martí era descendiente directo de una canaria nacida en Santa Cruz de Tenerife, Leonor Pérez Cabrera. ¿Qué madre emigrante no habla de su tierra natal a sus hijos? Este contacto con nuestra cultura y forma de vida hizo que nos tuviera en estima y nos valorara, dedicándonos estas palabras en un artículo publicado en agosto de 1892;
"... ¿Quién, mejor que este isleño, podrá llamarse cubano? Ni es raro que el hijo de las Canarias, mal gobernado por el español, ame y procure en las colonias de España la independencia que por razón de cercanía, variedad de orígenes, y falta de fin bastante, no intenta en sus islas propias. Míseras viven, sin el regalo y alegría con que pudieran, las poéticas Canarias; y no cría bajo español aquella volcánica naturaleza más que campesinos que no tienen donde emplear su fuerza y honradez, y un melancólico señorío, que prefiere las mansas costumbres de su terruño a la mendicidad y zozobras de la ingrata corte. ¿Qué ha de hacer, cuando ve mundo libre, un isleño que padece del dolor de hombre, que no tiene en su tierra nativa donde alzar la cabeza, ni donde tender los brazos?"
Con este texto José Martí, prócer de la patria cubana, muestra un gran conocimiento de nuestra realidad histórica de ese momento.
Esos lazos canarios con los libertadores latinoamericanos han ido creciendo. Nuestro habla, nuestra forma de ser y nuestro estilo de vida nos sigue y nos seguirá identificando como hermanos de los pueblos de habla hispana del otro lado del Atlántico.
Juan Carlos Saavedra
Escritor, investigador y divulgador de la cultura canaria
www.juancarlossaavedra.com