Para muchos, el precursor de la literatura de ciencia ficción en lengua inglesa es Francis Godwin, Obispo de Hereford. Este religioso escribió una novela fantástica en el año 1630 titulada “El hombre de la Luna” en la cual se imaginó, 200 años antes que Julio Verne, el viaje a nuestro satélite de un “astronauta” mediante un mecanismo ideado por el hombre.
Casualmente, en la catedral de Hereford se conserva un mapamundi de 1290 en el que aparecen reflejadas las Islas Canarias e incluso la mítica San Borondón.
Para poder realizar el viaje de la Tierra a la Luna, Godwin se imaginó una nave tirada por gansos voladores con la que su tripulante conseguía elevarse hacia nuestro satélite.
Y aquí es, precisamente, donde aparecen mencionadas nuestras islas. Para acortar el tiempo de vuelo el escritor decidió que su “nave” despegara del Teide:
“El jueves 21 de junio, en el año 1599, nos hicimos a la vela rumbo a España, habiéndoseme concedido un camarote muy conveniente para mis Aves, y almacenaje para mi Máquina, la cual el capitán hubiese deseado que dejara detrás de mí, y es maravilla que lo hiciera, si no fuera por mi buena fortuna que por tanto me salvó la vida, y me dio lo que estimo más que un centenar de vidas, si las tuviera: porque así ocurrió que, después de dos meses de navegación, nos encontramos con una flota de los ingleses, a unas diez leguas de la Isla de Tenerife, una de las Canarias, que es famosa en el mundo entero por un Monte llamado el Pico, que puede ser divisado y observado desde el mar a no menos de 100 leguas de distancia.”
(Mapamundi de Hereford)
Pero esta no es la única aparición en la ciencia ficción de Canarias. Estas islas también atrajeron la curiosidad del gran Jules Gabriel Verne, conocido en los países de habla hispana como Julio Verne.
Brevemente, aunque quizás no haga falta recordarlo, decir que Verne nació en 1828 y murió en 1905, sin poder ver muchas de las cosas sobre las que escribió.
Durante su vida se dedicó a coleccionar de forma compulsiva artículos sobre avances científicos, siendo considerado, muy a pesar de él mismo, como "uno de los creadores de la literatura de ciencia ficción". Digo esto porque en una entrevista Julio Verne comentó (comparando su obra con la de George Wells): "Sus historias no reposan en bases científicas. No, no hay relación entre su trabajo y el mío. Yo hago uso de la física pero él inventa".
Julio Verne habló de Las Islas Canarias en su novela "Agencia Thompson y Cía", publicada en 1907, dos años después de morir su autor.
En un principio se le atribuyó la novela a su hijo, pero estudios posteriores han concluido que Verne padre escribió los 20 primeros capítulos, siendo terminada por su hijo tras su fallecimiento.
Dos empresas de viajes londinenses, Baker y Thompson, compiten por ofrecer al menor precio a una excursión a la Macaronesia: visitar Azores, Madeira y Canarias durante algo más de un mes, embarcados en un yate a vapor.
Al final la agencia Thompson gana y por 40 libras, incluidos todos los gastos, se inician las visitas prometidas a bordo del buque «Seamew».
En la novela se describen las peripecias de los turistas en Canarias, incluyendo algunos “desvaríos”, como la existencia de una colonia de negros en Artenara.
Teniendo en cuenta el guión de la novela podemos decir que Julio Verne, además de visionar el submarino, el ascensor y el helicóptero, también predijo los viajes turísticos “low cost”.
Y si quieres saber más sobre el tema, aquí te dejamos el podcast: https://www.spreaker.com/user/
Juan Carlos Saavedra
Escritor, investigador y divulgador de la cultura canaria