Cuando las autoridades civiles decidieron crear ese maravilloso espacio de homenaje a uno de los canarios más universales, la Casa Museo de Benito Pérez Galdós, hubo un personaje público de la época al que casi le da un infarto ante tan "mal gusto cultural".
Me estoy refiriendo al por entonces Obispo de la Diócesis Canariense- Rubicense, a la que pertenece la Isla de Gran Canaria, Don Antonio Pildain Zapiain.
(El obispo Pildain, personaje de luces y sombras)
Desde muchos años antes, ya Pildain "se la tenía jurada" al recuerdo de nuestro novelista. En una de las "celebraciones" de la incorporación de Canarias a la Corona de Castilla, un cura desde el púlpito nombró a Benito entre los hijos ilustres de la isla. El Obispo, que se encontraba presente en el acto, se levantó y de malos modos lo echó del oratorio y lo sustituyó. Una vez que ocupó su lugar dijo a los presentes que no se debía nombrar al escritor en una iglesia por ser este contrario a los curas.
Este vasco ultraconservador movió cielo y tierra para intentar evitar la apertura de la Casa Museo de Don Benito. En su vano intento llegó a enviar una carta al mismísimo Franco pidiéndole que interviniera y frenara lo que él consideraba un despropósito.
(Patio de la Casa Museo de Benito Pérez Galdós)
Esa misiva es parte del origen del mito sobre el supuesto repudio de Galdós hacia Canarias, ya que en ella el Obispo decía textualmente: "Con la esperanza de que no ha de hacer ninguna gracia a V.E. el que, precisamente ahora y a estas alturas, se lleve a cabo lo que bajo ninguno de los regímenes anteriores se realizó en la Gran Canaria católica un homenaje a quien jamás describe su tierra en sus obras literarias".
Por si le fallaba Franco también intentó presionar al Gobernador Civil, al Presidente del Cabildo y al Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria.
Como veía que nadie le hacía caso, llegó a señalar como reos de pecados mortales a los responsables de su apertura.
Afortunadamente, la Casa Museo se abrió y aún sigue recibiendo miles de visitas al año. Les invito a "pecar" leyendo las obras de Benito Pérez Galdós. Pueden empezar con Electra, si hay que pecar se debe pecar de verdad.
Juan Carlos Saavedra
Escritor, investigador y divulgador de la cultura canaria