Al ser un contenido demasiado extenso lo separaré en distintos artículos, en los que se profundizará:
-
Origen de la energía utilizada (combustibles vs electricidad)
-
Eficiencia del motor de combustión vs motor eléctrico
-
Mantenimiento del vehículos
-
Reciclaje de los residuos generados
Origen de la energía
Como es evidente, el origen la energía de un vehículo de combustión es el diésel o la gasolina en cualquiera de sus variantes, pero lo que es realmente importante es tener en cuenta que cuando nuestro vehículo de combustión consume un litro de combustible, la contaminación generada NO es exclusivamente la producida por ese litro en ese momento. Veamos:
Cuando cualquiera de nosotros necesita repostar su vehículo:
1º Vamos a la gasolinera a repostar, que también tiene su huella de contaminación por su consumo energético, la luz, las neveras, los compresores que suben el combustible desde los depósitos subterráneos, etc.
2º Nos surtimos de una gasolina que no se ha generado allí mismo, ha llegado en un camión cisterna que también tiene su propio consumo de combustible, cuya parte proporcional debe ser añadida a cada litro.
3º En Canarias no se fabrica combustible, por lo que ese camión cisterna ha sido cargado previamente en el puerto con el combustible llegado por barco, que obviamente también tiene un consumo y una aportación de contaminación que es necesario tener en cuenta.
4º El barco, nos trae cada tipo de combustible desde la refinería, la cual necesita una gran cantidad de energía para el proceso de refinado, que se realiza por destilación, para lo cual es necesario calentar el crudo hasta 200ºC o 400ºC en función del producto a obtener.
5º A su vez, la refinería se provee de crudo, proveniente de los distintos puntos de extracción repartidos por todo el planeta por medio de los barcos petroleros que, por supuesto, también aportan su cuota de contaminación.
7º En cada uno de los sitios de extracción repartidos por todo el planeta se encuentran las plataformas petrolíferas, que también necesitan combustible para funcionar y extraer el crudo del interior de nuestro planeta. Cada vez la extracción es más complicada y se utilizan métodos más agresivos y con mayores requerimientos energéticos.
Es muy difícil cuantificar exactamente la aportación de contaminación de cada uno de los pasos descritos anteriormente, pero debemos tener en cuenta, cada vez que consumimos un litro de gasolina o diésel, que su contaminación asociada va mucho más allá de la generada en el momento de su utilización.
En el caso de utilizar la energía eléctrica, hay que tener en cuenta que hay varios puntos coincidentes con el proceso anteriormente mencionado y otros que difieren drásticamente, y son los que marcan la diferencia.
Los aspectos coincidentes tienen que ver, obviamente, con el suministro de combustible a las centrales no renovables y la contaminación aportada en el proceso de generación eléctrica. Esto incluye la extracción de crudo en las plataformas petrolíferas, el refinado de crudo en los distintos combustibles y el propio proceso de generación eléctrica por medio de combustibles no renovables.
Ahora haremos hincapié en las diferencias en cuanto al origen de la energía, para lo cual NO tendremos en cuenta aquellos vehículos que puedan cargarse total o parcialmente por medio de una planta de energía solar fotovoltaica, doméstica o industrial. Supondremos que nuestro vehículo eléctrico se cargará totalmente por medio a la conexión red eléctrica.
1º El primer aspecto a tener en cuenta cuando cargamos nuestro vehículo eléctrico de la red es el origen de dicha energía eléctrica. Para el caso concreto de Canarias, y según datos extraídos de Red Eléctrica de España (REE) (https://www.ree.es/es/balance-diario/canarias/2021/12/31), en el acumulado de todo el 2021 la energía consumida estuvo compuesta por un 20% de Energías Renovables y un 80% de Energías No Renovables.
Esto ya supone un primer aspecto diferenciador, puesto que podríamos decir que el 20% del combustible de nuestro vehículo sería de origen renovable, o dicho de otro modo, únicamente contaminamos durante el 80% del recorrido (en lo que a este criterios e refiere). Este aspecto mejora aún más en el resto de España, puesto que la proporción de renovables en el 2021 para el conjunto del estado fue del 40%.
2º En el caso de un vehículo eléctrico, al no tener que ir a una gasolinera a repostar, no aumentaremos nuestra huella de contaminación con la energía consumida en la gasolinera, ni con el consumo del camión cisterna.
3º Si tenemos en cuenta el funcionamiento de un vehículo de combustión, el consumo mínimo que este puede tener es de 0 l/100 Km, que ocurre cuando se utiliza el freno de motor. Por su parte el vehículo eléctrico el consumo mínimo es negativo, es decir, se recarga y recuperamos autonomía ya consumida. En un vehículo de combustión, sería como si volviese a aparecer combustible en el depósito. Esto hace que la autonomía real de un vehículo eléctrico bien conducido (aprovechando todas sus prestaciones) sea superior a la autonomía teórica, calculada en un circuito de pruebas completamente horizontal y a velocidad constante.
Resumiendo, aunque el origen último da parte del combustible de un vehículo eléctrico sea No Renovable y aporte contaminación a la atmósfera, las características específicas del funcionamiento de un vehículo eléctrico hacen que siempre sea más limpio y ecológico que el vehículo de combustión. Esta diferencia se va acrecentando cada día que pasa con el incremento del porcentaje de energías renovables dentro del mix energético global.
Miguel Llinás
Ingeniero Técnico
Especialista en Gestión y Ahorro Energético