París, 1984. La modelo Jane Birkin, convertida en mamá recientemente, se dispone a coger un vuelo con destino a Londres. En el asiento de al lado, Jean Louis Dumas, director ejecutivo de la icónica firma de lujo francesa Hermés, se sorprende de que la modelo lleve todas sus pertenencias y las de su bebé en una sencilla cesta de mimbre, al tiempo que ella le explica que no es capaz de hacerse con un bolso de viaje que cumpla con todas sus expectativas. Este hecho, aparentemente inocente, dio lugar al nacimiento del que, a día de hoy, sigue siendo el bolso más caro del mundo y con mayor lista de espera en todas sus boutiques.
Dumas se marcó como reto diseñar un bolso que cumpliera con las expectativas más altas de comodidad, practicidad y elegancia. Así nacía el mítico bolso Birkin de Hermés, llamado así en honor a la modelo para la que fue creado. Se trata de un bolso rectangular, en piel, con asas diseñadas para llevar en la mano o en la muñeca, con un bolsillo exterior y tachuelas en la base para mantenerlo plano.
Alrededor de 20 horas de elaboración de trabajo artesano, con materiales de altísima calidad y artesanos cuidadosamente seleccionados y años de experiencia, hacen de este bolso uno de los objetos más deseados por todas las mujeres del planeta desde su puesta en el mercado. Cuentan que es imposible conseguir uno sin apuntarse antes a una exclusivísima lista de espera de dos años. Inolvidable es el capítulo de Sexo en Nueva York en el que Samatha Jones, una de las protagonistas de la serie, se hace pasar por una actriz en una tienda de la gran manzana a fin de conseguir uno saltándose la lista de espera, lo que no hizo más que incrementar su exclusividad.
Aunque hay quien defiende que esto es un mito, lo cierto es que más de 30 años después de su creación y con infinidad de versiones diferentes sigue siendo sinónimo de poder y elegancia entre todas las mujeres del mundo. Todo ello sin perjuicio de su escandaloso precio. Si bien los primeros modelos alcanzaban un precio nada desdeñable de 6.000 dólares, algunos iconos de estilo con unidades muy limitadas o ejemplares elaborados con piel de cocodrilo o avestruz o apliques de diamantes, como el modelo Himalaya, han conseguido alcanzar precios de seis cifras, llegando a considerarse auténticas piezas de coleccionista.
Más allá del mito que envuelve su producción, lo cierto es que Hermés ha logrado que el bolso más caro del mundo se haya convertido, también, en el más deseado durante más de 30 años, algo prácticamente imposible en una industria donde las tendencias dirigen el mercado. Y es que, al final, los clásicos siempre ganan. Larga vida al Birkin. Soñar es gratis (de momento).
María Canal
Abogada apasionada de las faldas bonitas, bolsos y tacones
@mariacanalbet
