Utilizaremos a los vampiros que, según el mito extendido, se aprovechan y chupan la sangre de otros disfrutando el momento y alargando así su vida. Por otro lado están las brujas, con su tendencia al engaño y sus pociones mágicas que pueden alterar las conductas sin que tú lo percibas. ¿Te has encontrado alguno/a en tus relaciones? ¿Convives con alguno/a? Con esta analogía hablaremos de todas esas personas que seducen, engañan, atraen con distintas tretas, venden amor y son capaces de decir: “te quiero”, sin sentirlo, conscientes de que es el pasaporte para conseguir su objetivo. Capaces de ofrecer algo material si notan que la otra parte lo desea, quiere o necesita. Pueden usar drogas y alcohol para mermar la capacidad en la toma de decisión de la otra parte a su favor. ¿Objetivo final? Variado: sexo oral, sexo anal, encuentro erótico, tocamientos varios, experimentar conductas que han visto en la pornografía. Lo que dé de sí la imaginación de estas brujas y vampiros. Son muy listos y utilizan artimañas para que la otra parte crea o considere que lo ha hecho convencida y queriendo, cuando no ha sido así. El consentimiento real y fundamentado no ha existido. Así que… abre bien los ojos, ha pasado Halloween pero siguen actuando. Especial cuidado con las brujas y vampiros más cercanos del entorno, esos que pasan desapercibidos y que se relacionan con menores o adolescentes.
Vamos ahora con los zombis, estos muertos vivientes que parecen vagar con el único objetivo de buscar alimento y que no son fáciles de detectar. Parecen ir en piloto automático a por sus intereses, sin importar los sentimientos, esperanzas, confianza o amor que la otra parte esté depositando en esa relación o encuentro erótico. No conseguirás ningún vínculo afectivo de ellos, siempre es complicado. Todo se complicará aún más en cuanto consigan el objetivo y la falta de honestidad será su ‘as en su manga’, ese que tú ni por asomo imaginarás. ¿Cómo podrías identificarlos? Están casados/as y mantienen encuentros eróticos contigo, hasta el punto que te ha parecido tener vínculo afectivo y va a más, porque te dedica tiempo y parece que cuidados, pero ¡ojo! ¿Ha dejado ya a su pareja o dice eso de “es complicado”, que ya casi está a punto? Están los zombis que pregonan amor y monogamia a sus víctimas crédulas y confiadas. Hay zombis en las redes que venden una imagen que no es, incluso una personalidad que no es, una EDAD que tampoco es para conseguir diversos intercambios. Aquí vuelvo a decir: especial atención, con los menores que usan internet sin supervisión. También se pueden encontrar zombis con ganas de tener descendencia y mienten sobre su método anticonceptivo no visible (píldoras, DIU). Ante este argumento, la otra parte que se lanza a la piscina y ¡zas! No había ningún método para evitar embarazo. Uno que confía y la otra que engaña. Así, diversas combinaciones de conductas que tienen los zombis de las que debes cuidarte. ¿Cómo? Comunicación real, asertiva y si algo no te encaja, ¡huye!
Y llegaron los fantasmas, siempre hay, parecen estar por todas partes. Hasta los niños dicen verlos. Este perfil puede ser claramente identificado porque busca su propio placer, no comprende eso de que la sexualidad es una dimensión importante en todas las personas. No identifica que vivir el deseo, la atracción y querer disfrutar no es una cosa de su uso exclusivo. Algunos fantasmas llegan a la conclusión de que al ser una relación ocasional es válido tratar a la otra persona como un instrumento, como algo que se usa, se disfruta y ahí quedó, sin pensar en la parte afectiva y en los posibles daños. El ‘modus operandi’ es similar al de las brujas y los vampiros buscando, a sus deseos, un sí de la otra parte que ha sido bien manipulado. Los fantasmas no hacen uso del apego, del cuidado del otro, del disfrute del otro, del amor, no saben qué es la generosidad y el placer de compartir y disfrutar haciendo disfrutar al otro. El concepto de feedback positivo no entra en su repertorio sexual. Los fantasmas desconocen la comunicación asertiva, pasan de decodificar la comunicación no verbal, les importa un pimiento si lo pasas bien o no en el encuentro erótico que compartas, saben pedir sus deseos pero se hacen los sordos con los de la otra parte, les da exactamente igual si las conductas que realizan le incomodan, duelen, molestan a la otra parte, pueden tener a una pareja completamente frustrada e insatisfecha a su lado y vivir con ello, la empatía brilla por su ausencia. Hay casos de un nivel fantasmal tan grande que no existe equilibrio entre lo que vende que es y lo que le verás hacer, lo que dice que siente y las conductas que tiene, lo que se supone que piensa, las pocas veces que lo trasmite parece un mensaje encriptado y no guarda relación con lo que se observa desde fuera. Hay fantasmas que van con el pecho bien inflado y su conducta se basa en huidas de algunos de sus mayores miedos, uno suele ser la soledad. En algunos casos, los fantasmas son tan dominantes que la otra parte tiende a acallar sus deseos y a no expresar lo que realmente quiere, le gusta, le excita, le pone. ¿Qué hacer? Identificarlos y huir de ellos. Buscar una relación que no se base en el desequilibrio, en el uso del otro sin más. Si hay que dar calabazas se dan: límites claros.
La sexualidad vivida como una dimensión positiva del ser humano es la mejor forma de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás. Tener en cuenta la aceptación de la diversidad en cuanto a relaciones, deseos, formas, gustos, parejas, vínculos…etc. ¿Por qué acotarla? ¿Por qué no comunicar de manera positiva, asertiva, real? ¿Por qué no encontrarte con el otro desde la sinceridad? ¿A qué le temes, al rechazo? ¿Y? Si no es esa la persona que te dará lo que esperas, ya la reconocerás. Se disfruta mucho más de la vida y de un encuentro erótico cuando percibes que la otra parte brilla, está feliz, alegre, notas su deseo en la cara, cuando durante el encuentro erótico la pasión lo envuelve todo, pareces hablar con la otra parte sin hablar, todo fluye. Disfrutarás muchísimo al ver disfrutar a la otra parte, eso te excita aún más, si eres una persona empática y generosa, claro. Esa reciprocidad, ese tener en cuenta al otro es muy importante para que los encuentros eróticos no dejen de existir, para que la complicidad no desparezca, para que la pareja sume. Así que, si te has vinculado con algún personaje de Halloween y no es recíproco, ¡corre!, ¡vuela! Si convives con alguno, aprendan a utilizar la comunicación asertiva. Estés en el momento que estés, no olvides el uso del humor. ¡Hasta pronto!
Rut Mónica Díaz
Sexóloga
@sexologarutmonicadiaz