Hemos avanzado en el camino y ya estamos en la erótica. ¡Qué bien! Nos vamos a la civilización griega y traemos a Eros, que aunque luego en la lengua latina lo bautizaron como Cupido, a nosotros nos interesa Eros. ¿Por qué? Porque Eros sí que apela al sentimiento de atracción entre ambos sexos, el impulso que nos lleva hacia el otro y eso es de lo que hablamos hoy aquí, del deseo erótico. Y claro, deseos… erótico… Eros.. erótica, ¿quién se asomó por allí para poner orden? Esa moral que bien unida a la religión tuvo la facilidad de polarizarlo todo entre lo bueno y lo malo, lo vicioso, lo virtuoso, y así una serie de calificativos que se alejan del valor tan profundo que tiene la erótica, así que... ¡Vamos a por él, a rescatarlo!
¿Por qué el erotismo es un valor? Porque establece nuestras formas de atracción y seducción, nuestras maneras de relacionarnos y de crear vínculos. Para ver esto en la práctica sólo hay que pensar en las relaciones entre las personas: en cómo se atraen, cómo se relacionan, cómo se buscan, cómo se llaman la atención, cómo coquetean, cómo generan toda una serie de conductas variadas para llegar, o no, a formar una pareja más o menos duradera con unos u otros intereses. ¿Y de fondo qué hay? Deseos, atracciones, impulsos… Erótica.
Cuando hablamos de erótica, hablamos de erótica de los sujetos y entre ellos. Por otro lado está Eros y con él nos referimos al deseo, a la atracción que siente cada sujeto. ¿Por qué sucede eso? Porque somos sujetos sexuados, y sí, te lo seguiré repitiendo. Sujetos sexuados, hombres y mujeres, que como tales nos vivimos, nos atraemos y nos deseamos entre nosotros, buscamos el encuentro y convivir.
Vamos a concretar algunas formas de expresión erótica. A ver… Piensa un poquitín… ¿Se te ocurre alguna? ¿A dónde fue tu mente? Yo me refería por ejemplo a: caricias, abrazos, besos, fantasías… no sólo nos quedaremos en el encuentro con el otro juntando los genitales. Por suerte, hay todo un abanico de posibilidades con los que disfrutar del encuentro erótico, ya lo hablaremos.
¡Ah! No me puedo despedir sin aclarar una confusión existente y no por ello cierta. No es lo mismo erotismo que pornografía y nada tienen que ver. En la pornografía puedes ver a dos actores, como especialistas en su materia, y una puesta en escena de una situación más o menos real… inspiradora para ti, puede ser. ¿Te crees todo lo que ves en las películas? Pues réstale un poco de importancia a lo que ves en la pornografía. No es precisamente un decálogo del buen encuentro. Sólo una puesta en escena y seguro que si te dejas llevar por tus deseos y creatividad más que por imitar a otros, la cosa, te irá mejor. Y ten en cuenta un pequeño detalle, quizás no todo lo que a ti te gusta le gusta a la persona con la que tienes o vas a tener un encuentro erótico. Más comunicación y menos imitar perfiles varios. Profundizaremos en estos temas, pero el deseo me llama a poner un punto y final.
¡Hasta pronto, fluye, disfruta de tu erótica y sigue poniéndole humor a todo!
Rut Mónica Díaz
Sexóloga
@keepcalmmamaessexologa