Vivimos un momento extraño, por no decir difícil, apresurado, en continua conexión, a veces más conectados a los que están lejos y no tanto a los que están cerca. Una cultura del desgaste y, a la vez, a la búsqueda de más tiempo para seguir gastándolo. Si bien… o mal, ésa es otra cuestión. Momentos en los que detrás de las pantallas existe una lucha por captar nuestra atención el mayor tiempo posible y la mayoría de las veces no repercute de manera positiva en nuestro día a día y en el global de nuestras vidas. Una lucha entre cómo nos gustaría vivir la vida y cómo la estamos viviendo.
¿Cómo afecta este ritmo en la pareja y en los encuentros eróticos? Probablemente en algunas parejas espaciándolos cada vez más en el tiempo. Toca una vez al mes y da gracias. Toca en eventos especiales y/o si ha habido consumo de alcohol por medio. En otras parejas, dejando de estar atentos y presentes en el encuentro erótico y realizándolo como un acto mecánico en el que dejo el cuerpo y mi mente desconecta. Guiados por la teoría de ‘cumplir unos mínimos’ para apañarnos, y que esto no termine de irse al traste. Así, una lista en la que seguro que podrías ayudarme a aumentar los puntos aquí descritos. Pero no, no haremos eso, buscaremos alternativas, porque las hay, siempre las hay.
Para disfrutar el viaje lo primero es que ambos pongan el teléfono en modo avión. Aunque parezca mentira, no te vas a perder nada, no eres el centro del universo, aunque sí del tuyo. No eres imprescindible y el tiempo que estarás desconectado será poco, así que dile a tu ojo que deje de temblar. Repite conmigo: no pasa nada, puedo hacerlo. ¡Muuuuy bien, vamos allá!
Joseph Campbell denominó ‘Bliss Station’ a un lugar o momento que dedicas a conectar contigo mismo desconectado del mundo, del ruido que hay alrededor. Esto aplicado a la pareja cuando parece que se llega a un punto de no retorno, o incluso antes de llegar, es positivo aplicarlo. Ambos se dedican un momento al día, si quieren elegir un espacio es válido también, y en ese momento no sabrán nada de nadie, ni de amigos, familia o trabajo. Un momento para volver a reconectar con la esencia de la pareja, con todo aquello positivo que se aportan mutuamente, con toda esa energía de la que se han nutrido y de la que pueden seguir nutriéndose. Puede que en ese tiempo surjan ideas sobre nuevos planes, maneras de lidiar con las situaciones del día a día sin descuidar la pareja. Un momento únicamente para volver a verse el uno al otro y quién sabe… puede acabar en encuentro erótico. La cuestión es que esa ausencia de ruido externo, incluso de ver cara a cara al aburrimiento si no se habla, si sólo miran al frente uno al lado del otro, activará la creatividad y esa creatividad les sirve para conectar de nuevo con las ideas que nazcan o lo que surja en ese instante.
Entre tú y yo, ahora que no nos escucha nadie, te diré que si tu pareja no ve viable esta táctica puedes hacer uso de ella tú mismo. Puedes irte a ‘Bliss Station’, disfrutar, reconectar contigo, permitirte ser, dejar volar tu imaginación y volver en paz. Recuerda que todo lo que trabajes en ti repercutirá en la pareja y quién sabe, quizás la otra parte, al ver los beneficios, quiera probarlo por aquello de que “nadie experimenta en cabeza ajena”.
Espero que este viaje sea alentador y refuerce la pareja y si no… al menos, a uno de los dos. Por favor, no olvides el humor.
¡Hasta pronto!
Rut Mónica Díaz
Sexóloga
@keepcalmmamaessexologa