La base logística del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Las Palmas de Gran Canaria ha gestionado 530.000 toneladas destinadas a África en ocho años, desde que fue inaugurada en 2012, y en los últimos tres años ha movido 108.000 toneladas, ha indicado a Efe su gerente, Ivelina Nunes.
Este centro, uno de los principales de este programa de la ONU galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2020, se une al de Brindisi (Italia), Ciudad de Panamá (Panamá), Accra (Ghana), Dubái (Emiratos Árabes Unidos) y Subang (Malasia).
Almacenes
Tiene 13.500 metros cuadrados de superficie, destinados en su mayoría al almacenamiento de alimentos, y es «crucial» en la red de asistencia rápida, pues logra reducir de 138 a los 38 días la respuesta a una emergencia, ha señalado Nunes.
En la base de la capital grancanaria se reciben cargamentos y se almacenan, lo que permite adelantarse en situaciones de crisis alimentarias, pues el tiempo de respuesta suele ser habitualmente de 4 a 6 meses desde que se procede a la compra, mientras que desde Las Palmas de Gran Canaria a África se logra en apenas una semana, algo fundamental para salvar vidas, añade la gerente.
Así, el PMA puede «anticiparse a las necesidades de las operaciones en el terreno, principalmente en África Occidental y Sahel» para atender el «hambre y la malnutrición severa» con el suministro de alimentos a personas en situación de riesgo y para niños y mujeres embarazadas en peligro de desnutrición.
Alimentos
A los lactantes, niños y embarazadas se les suministra alimentos específicos, que son «una medicina y un tratamiento» al tiempo, pues están fortalecidos con vitaminas y nutrientes para paliar las consecuencias en una desnutrición aguda.
Este centro logístico también sirvió para el suministro de otros productos en la crisis del ébola en los años 2014-2016, y actualmente desde la capital grancanaria se trabaja de forma habitual con Mauritania, Guinea, Liberia, Sierra Leona, Costa de Marfil, los campamentos de Tinduf y de forma ocasional con República Democrática del Congo o Sudáfrica, entre otros.
Nunes considera una «gran noticia» la concesión del Premio Nobel de la Paz 2020 al Programa Mundial de Alimentos de la ONU y dice que la han recibido «honrados y muy felices».
En primera línea
Este premio es «un reconocimiento al trabajo de todo el personal que trabaja en el programa», que «arriesga su vida todos los días para prestar asistencia y alimentos a 100 millones de personas en todo el mundo» que «huyen de conflictos y del hambre, que es causa y efecto» de las guerras, señala.
El PMA trabaja «donde viven las personas más pobres y vulnerables del mundo» proporcionando alimentos, pero también como «piedra angular de la paz», presta apoyo en más de 80 países en conflicto y mejora el acceso a recursos naturales, en un trabajo continuo en coordinación con las comunidades a las que ayuda.
Este programa actúa «en la primera línea de conflicto y desastres naturales desde hace más de 50 años», desde su formación en 1962, para «salvar vidas en situaciones de emergencia y en brindar esperanza» allá donde hace falta, ha señalado Nunes.
Ahora mismo, el personal del Programa Mundial de Alimentos está «profundamente preocupado» por la situación de emergencia a causa la pandemia de la Covid-19 en el mundo, además de otros problemas como la situación en el Congo con el ébola, el conflicto en Nigeria, la desestabilización en el Sahel, Siria, Yemen, Sudán del Sur y los desastres naturales que azotan el planeta y pone en jaque a comunidades enteras de personas en todo el globo, señala Nunes.