El diputado del Grupo Nacionalista Canario, Pablo Rodríguez, ha denunciado esta mañana que “ni el Gobierno de Canarias ni el Gobierno de España han estado a la atura del drama migratorio que se está viviendo en Canarias, como destino de la ruta más peligrosa del mundo”.
En los últimos meses, “han llegado a las Islas más de mil personas, cientos de ellas han fallecido en el mar, y las ONG siguen sin tener los recursos suficientes para ofrecer una atención digna”.
Y esto sucede con la pasividad del Estado ante lo que acontece en Canarias, frente a la pronta reacción ante la situación que se originó en Ceuta hace unos meses: “El presidente de la ciudad autónoma se plantó ante Pedro Sánchez y provocó la reacción del Estado”.
“¿Qué tiene que pasar en Canarias para que se impliquen de igual manera?”, se preguntó Rodríguez que lamentó que, desde el Archipiélago, solo se han mandado cartas y se han escrito artículos de opinión.
Por su parte, Juan Manuel García Ramos exigió un cambio diplomático, “hace falta más firmeza ante Marruecos que, ante sus intenciones políticas y territoriales, juega con la moneda de cambio de la inmigración si no se cede a sus intereses".
Hay dos contenciosos que la diplomacia española tiene que enfrentar, el Sáhara y la promulgación de las leyes que afectan a nuestra delimitación territorial marítima.
Si no se resuelven estos dos asuntos, “si no se sienta España con Marruecos esto se convertirá en un ghetto de la inmigración africana, y seguiremos impasibles ante las 800 personas que fallecen en frente de nuestras costas".