El Gobierno de Canarias ha puesto en servicio hoy, miércoles 4 de agosto, el último tramo de la vía de circunvalación a Las Palmas de Gran Canaria, una autovía de 30 kilómetros que comenzó a construirse en 1996 y que al fin se completa con la carretera abierta hoy entre Arucas y la costa de ese municipio. Gracias a esta apertura, todos los vehículos que circulen del norte de Gran Canaria hasta el sur, y viceversa, lo harán por una autovía, la GC-3, que circunvala el casco urbano de la capital insular evitando colapsar las entradas y salidas de la ciudad y facilitando que el recorrido entre la zona de la Potabilizadora y la entrada a Bañaderos se realice en apenas 14 minutos.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, y el consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, han supervisado hoy el acto de puesta en servicio del último tramo de la Fase IV de la Circunvalación entre Arucas y la costa cercana a Bañaderos, un trazado con dos enlaces, pasos elevados, pasarelas y una pérgola (pequeño puente) de hormigón que ha supuesto una inversión de 46,5 millones de euros que ha abonado el Gobierno regional con cargo al Convenio de Carreteras.
“Han pasado 25 años desde que se iniciaron los trabajos y hoy se abre por fin el último tramo que quedaba de la circunvalación. Estamos ante una de las infraestructuras viarias más relevantes de todas las islas, porque al fin se une el norte con el sur de Gran Canaria sin atravesar la capital”, aseguró el presidente Torres. “Por eso, hoy es un día muy feliz para todos los vecinos de Gran Canaria. Se trata de la culminación de muchos años de trabajo de los hombres y mujeres que han hecho lo posible para que esta infraestructura fuera una realidad tal y como hoy la estamos viendo”.
El consejero Sebastián Franquis destacó también el papel destacado que juega esta vía que circunvala a la capital grancanaria que por fin queda concluida. “Hoy se cumple un sueño de muchos años que se hace realidad en su totalidad. Hoy cerramos la principal infraestructura viaria en Gran Canaria y también de las Islas Canarias, por lo que ha supuesto de impacto económico, con más de 450 millones de inversión en todos estos años, de creación de empleo, de modernidad y de desarrollo económico”, señaló el consejero Franquis, “por eso, hoy estamos ante un ejemplo más del salto significativo que ha dado Canarias en los últimos veinte años en cuanto a modernidad, especialmente en infraestructuras viarias”.
A esta apertura al tráfico han asistido también el vicepresidente y consejero de Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Ángel Pérez; el alcalde de Arucas, Juan Jesús Facundo; el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo; además del diputado del Grupo Nacionalista Canario (CC), Pablo Rodríguez, anterior consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias bajo cuyo mandato comenzaron los trabajos del tramo Arucas-Costa hoy abierto. También acudió al acto de apertura la jefa provincial de Tráfico, Eva Canitrot.
Los responsables técnicos del proyecto explicaron que está previsto que el nuevo tramo de la GC-3 entre la costa y Arucas, que enlaza también con el tramo que va hacia Tamaraceite, absorba una media de 30.000 vehículos al día. De esta forma se evitará que todos estos vehículos que normalmente se dirigen del norte al sur, o viceversa, crucen el casco urbano de la capital a través de los túneles de Julio Luengo o por la rotonda del Hospital Doctor Negrín.
Esta nueva vía de tres kilómetros da continuidad al primer tramo de la IV Fase de la Circunvalación, de casi cuatro kilómetros, puesto en servicio en 2016 y que une el barrio de Tamaraceite con la entrada a Arucas. El tramo que hoy se abre al tráfico permitirá a los conductores acceder al casco urbano de Arucas o continuar hasta la Costa y enlazar con la GC-2 con una plataforma de cuatro carriles, dos en cada sentido, de forma más cómoda, ágil y segura.
Para facilitar los distintos accesos a Arucas y barrios aledaños, la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Vivienda ha levantado varias estructuras en este último tramo, como un enlace junto al parque de bomberos del municipio, otro enlace que conecta la GC-3 con la GC-2, una pasarela peatonal, un paso elevado que une Trasmontaña con Cardones y una pérgola que distribuye los tráficos que se incorporan desde la GC-2 a la nueva vía.
Con la apertura al tráfico hoy del tronco principal de la GC-3 entre el enlace de Arucas y la costa se da por finalizada la circunvalación pero no así la obra de este tramo, ya que los trabajos continúan en la GC-20 con la finalidad de ampliar los accesos a Arucas. Esta carretera, de un carril para cada sentido en la actualidad, se va a duplicar para agilizar las entradas y salidas al casco urbano de Arucas con el objetivo de acabar con las retenciones de tráfico que se producen habitualmente en esta vía por su poca capacidad actual. En este sentido, se está trabajando en la ampliación de las plataformas de la GC-20 sobre las que irán las nuevas vías y se está preparando un nuevo paso elevado a la altura de Hoya de San Juan y El Charco.
La ejecución de la IV Fase de la Circunvalación desde Tamaraceite hasta la costa de Arucas ha supuesto una inversión global de 125,4 millones de euros, de los que 46,5 millones se han empleado en el tramo que hoy se pone en servicio y los otros 78,9 millones en el tramo de esta IV Fase que se abrió en 2016. La UTE Acciona-Lopesan ha ejecutado al completo los trabajos de esta IV Fase que en su primer tramo ha supuesto la construcción de cuatro grandes viaductos, siete pasos superiores, cuatro enlaces, un túnel y tres pasarelas peatonales.
En definitiva, con la puesta en marcha de esta última Fase se concluye uno de los proyectos más significativos de las obras públicas en Canarias y en Gran Canaria en general, el de la Circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria, una vía que se empezó a construir en 1996, cuya primera fase se puso en servicio en 1999 y que en la actualidad utilizan diariamente una media de 60.000 vehículos, permitiendo los desplazamientos entre el norte y sur de la isla de forma más rápida, segura y cómoda evitando colapsar las vías que atraviesan la capital insular.