La guía se enmarca en el proyecto Gamá ConTigo financiado por el Cabildo con 60.000 euros en 2020 y otro tanto en 2021 para atender a personas trans y sus familias y facilitar procesos que exigen conocimiento y empatía, explicó hoy en su presentación la consejera de Política Social del Cabildo, Isabel Mena, junto a la responsable de formación del Colectivo LGTBI Gamá, María José Hinojosa, que recalcó que el apoyo familiar es un factor determinante en el éxito del tránsito.
La primera parte de la guía, disponible en formato digital en la web de Gamá y físico, repasa las principales dudas que asaltan a las familias, entre ellas las relacionadas con la edad, punto donde resalta que los procesos de descubrimiento de la identidad varían de una persona a otra y pueden ocurrir tanto en la infancia y adolescencia como en la etapa adulta.
Igualmente, aclara que la orientación afectiva y sexual es diferente a la identidad de género y que también se dan periodos de aceptación de la identidad en los que la persona puede expresar quién le gusta pero no está preparada para expresar quién es. “Esto no responde a un deseo de mentir o de confundir, sino a momentos diferentes en la revelación de la diversidad sexual y de género”, precisó Hinojosa.
La segunda parte de la guía responde a qué pueden hacer las familias en los ámbitos social, sanitario y educativo para allanar el camino de las personas trans y qué recursos y derechos tienen en cada uno de ellos.
Así, en el terreno social se informa de la posibilidad de contactar con grupos de iguales a través de colectivos LGTBI, mientras que su centro de salud más cercano les puede derivar al Servicio Transcan para abrir un proceso de terapia, cirugía e inhibición de la pubertad, protocolo que prevé que la tarjeta sanitaria refleje el nombre que desee, elección que también deben respetar los centros educativos.
Más de 300 personas atendidas en un año
Familiariza-T es una extensión del proyecto Gamá ConTigo de apoyo personalizado al colectivo trans que atendió a 326 personas el pasado año distribuidas en 137 menores y jóvenes de 13 a 30 años, 64 mujeres en situación de prostitución y otras 12 mujeres mayores de 45 años, así como una docena de casos de infancia trans y un centenar de familiares.
Los menores y jóvenes gozan por lo general de una red de apoyo familiar estable, aunque cuando no es así su situación se vio especialmente complicada durante el confinamiento, pues perdieron el contacto con sus iguales.
Entre los perfiles destacan por su vulnerabilidad las mujeres trans que han ejercido o ejercen la prostitución, a las que se suman las que han iniciado el tránsito con más de 45 años y sí han contado con una red de apoyo, un grupo más reducido a las que se ha animado sobre todo a expandir su vida social.
En cuanto a la infancia, se trabajó con una docena de niños y niñas de 5 a 12 años que están al inicio de sus procesos y la mayoría cuenta con el apoyo familiar, salvo un caso que está judicializado porque las sesiones de trabajo quedaron interrumpidas por la oposición del padre.
Dentro del grupo de familiares están principalmente las madres y, en menor medida, padres, abuelas, hermanas y parejas. Las madres, a pesar de los miedos, muestran casi siempre su apoyo y son las que acuden a las sesiones individuales y al acompañamiento social y psicológico, mientras que los padres participan sobre todo en espacios grupales.
Aparte, el servicio trabajó con 70 profesionales de distintos ámbitos que demandaron formación específica.
Mena e Hinojosa animaron a las personas que necesiten atención personalizada a acudir a este servicio de mejora de la calidad de vida de las personas trans. Los teléfonos de contacto son el 928 433 427 y 605 892 051.