El proyecto ‘Dorothy Miles’ ofrece atención psicológica directa y adaptada a las necesidades comunicativas de 110 mujeres y hombres entre 6 y 70 años que padecen discapacidad auditiva, y también a sus familias, para mejorar su calidad de vida.
Impulsado por la Fundación Canaria para las Personas con Sordera y sus Familias (Funcasor) y con un respaldo económico del Cabildo de 25.000 euros, es uno uno de los 19 proyectos de asociaciones sin ánimo de lucro que subvenciona la Institución insular para el fomento de la igualdad en 2020.
Y es que un aspecto pendiente, y que este proyecto logra desarrollar, es que la psicología se acercase a las personas con sordera sin intermediarios, ya que son pocos los psicólogos con competencias en lengua de signos, que conozcan su realidad y se adapten a sus necesidades comunicativas, explica Verónica Rodríguez, directora técnica de Funcasor.
De este modo, ‘Dorothy Miles’ también pone de relieve el derecho de las personas sordas a recibir una atención directa en la que trabajan trastornos y problemas psicológicos de forma personal, con sus familias o parejas, además de ofrecerles la oportunidad de tomar un papel activo en la terapia y conseguir así que se sientan empoderadas.
‘Dorothy Miles’
Este proyecto recibe el nombre de la poeta y activista sorda británica Dorothy Miles, un referente para las personas con sordera, reconocida como la fundadora de la poesía en lenguaje de signos, que a su vez estudió la carrera de psicología en la Universidad Gallaudet para personas con sordera en Estados Unidos.
La iniciativa se basa en el acompañamiento a personas con sordera de manera individual y grupal para potenciar la igualdad de género y crear así un ambiente de intercambio de experiencias y opiniones. Asimismo, imparte talleres de sensibilización sobre la discapacidad auditiva, la igualdad y la accesibilidad.
Desde Funcasor ven la necesidad de ofrecer el servicio de atención psicológica también a los hombres con sordera, que al igual que las mujeres sufren diferentes situaciones negativas derivadas de su discapacidad auditiva, como la incomprensión, baja autoestima, e incluso aislamiento social, entre otros.
El proyecto se desarrolla en la sede de la Fundación con sede en Las Palmas de Gran Canaria, además de en los municipios de la isla que derivan casos o solicitan la atención de la asociación, y tendrá vigencia hasta marzo de 2021.
