El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, explicó que las ferias, jornadas, fiestas patronales, actos deportivos, conciertos, etc. que se celebran en la isla, a pesar de ser fundamentales para el desarrollo económico, generan impactos negativos en cuestiones como el consumo de recursos (agua, energía, alimentos), la generación de residuos, la contaminación acústica y lumínica o una mayor contaminación por el transporte.
De esta manera, comprar productos a granel y locales, facilitar vasos reutilizables, poner suficientes contenedores de separación selectiva, instalar grifos con temporizadores automáticos, aprovechar al máximo la luz natural y edificaciones que cuenten con energías renovables, hacer un análisis de la huella de carbono asociada, reducir el número de focos lumínicos, distribuir el sonido de manera eficiente o poner a disposición de los asistentes transporte público son algunas de las principales actuaciones para conseguir que un evento sea más sostenible.
Para la consejera de Medio Ambiente, Inés Jiménez, el parón generado por la pandemia supone una oportunidad para “reflexionar y rediseñar los próximos eventos que se organicen”, por lo que es el momento ideal para sacar el manual y que el sector público y privado colaboren para avanzar en este sentido, lo que contribuiría a reactivar uno de los sectores más afectados por la crisis.
La jefa de residuos de la institución insular, Elisa Monzón, explicó que un evento sostenible es aquel que, desde su inicio, tiene en cuenta todos los impactos que genera en el entorno en el que se desarrolla, desde el punto de vista medioambiental, económico y social. Para ello han establecido nueve ámbitos de mejora que son los residuos, el agua, la energía, la movilidad, la alimentación, las compras, el entorno, las infraestructuras y la comunicación, a lo que habría que sumar la adaptación a las normas de prevención de la COVID-19.
No se trata solo de una cuestión medioambiental, ya que las empresas organizadoras también obtienen beneficio al aplicar esta metodología. Ahorran costes asociados a materias primas, al agua o la energía, pueden acceder a nuevas vías de patrocinio y financiación, aumentar la satisfacción de los participantes, mejorar la imagen del evento y sus organizadores así la economía local, además de los beneficios sociales asociados.
Igualmente, el Cabildo se plantea sacar una segunda edición en la que se incluyan pautas para hacer eventos seguros desde el punto de vista sanitario y aplicando las medidas de prevención contra la COVID-19, aunque aún muchas de estas medidas están en fase de prueba.