Si eres usuario de las redes sociales es muy probable que en los últimos tiempos te hayas encontrado con algún anuncio, curso o artículo tratando de convencerte sobre las maravillas del Mindfulness.
En la mayoría de los casos tiendo a rehuir de estas modas, ya que no suelen tener mucha sustancia y suelen desaparecer tan rápido como llegaron. Sin embargo, debo decir que el Mindfulness, o cualquier tipo de Meditación, es una de las mejores herramientas para un empresario. De hecho, suelo recomendarlo como práctica a mis clientes.
Hace unos años yo trabajaba bajo mucho estrés para una gran empresa, y tuve la suerte de encontrar a un profesor de Yoga que me introdujo en las maravillas de la meditación. Al principio era muy escéptica respecto a esta disciplina, y me sentía ridícula al tratar de mantener la mente en blanco durante más de dos segundos seguidos. Hubiera sido muy frustrante y probablemente me hubiera rendido si no hubiera sido por el ánimo de este profesor para que siguiera intentándolo sin juzgarme a mí misma ni a mi “éxito o fracaso”.
La mayoría de nosotros pensamos que para meditar debemos vaciar nuestras mentes por completo. La meditación no trata de eso. Solo años y años de práctica te permitirán vaciar tu mente por completo e incluso entonces solo se suele conseguir durante breves minutos.
La meditación se basa en conectar con el presente, con el ahora, no con lo de hace 10 minutos, 10 horas o 10 días. No se trata de pensar en lo que tienes que hacer una vez hayas terminado, ¡Se trata solo de estar! ¡De Ser!
Qué concepto tan extraño, ¿verdad? Aunque suene simple, es algo bastante difícil de conseguir, porque nuestras mentes están llenas de pensamientos que van a toda velocidad; lo que debería haber hecho, lo que podría haber hecho, lo que tengo que hacer o debo hacer.
Lo que nos permite la meditación es frenar el ruido incesante que nos llena la cabeza. Los pensamientos se filtrarán, por supuesto, y probablemente nunca se detendrán por completo, pero la idea es que tan pronto como te des cuenta de que tu mente ha divagado, simplemente tráela de vuelta al presente. No te juzgues, no te castigues, solo vuelve al presente suavemente. Si practicas esto a diario, incluso si son solo unos minutos al día, comenzarás a ver los resultados muy rápidamente.
Ahora probablemente te estés preguntando, ¿por qué estoy leyendo sobre esto en un artículo de economía y pymes? Porque creo firmemente que la meditación es clave para una buena mente empresarial.
Como ya he mencionado, uno de los efectos beneficiosos de la meditación es que el ruido deja de llenar cada rincón de tu mente. Una vez que liberas espacio de tu mente, lo primero que suele pasar es que empiezas a sentir una extraña sensación de paz. Con esta paz, el estrés comienza a disminuir y con eso, la toma de decisiones errática que generalmente acompaña al estrés, también se va. Ahora puedes comenzar a tomar decisiones con una perspectiva más clara. No solo estás mejor preparado para la toma de decisiones, sino que tu perspectiva sobre el dilema en sí será radicalmente diferente.
Lo segundo que suele suceder es que dejas hueco para que se desarrollen ideas brillantes, o para que surjan soluciones a problemas difíciles. Por lo general, estas ideas o soluciones no aparecen durante la meditación en sí. Es solo cuando has vuelto a tu día a día cuando, sin darte cuenta, simplemente aparecen “de la nada”. Pero lo más importante es que a través de la Meditación comenzamos a descubrir quiénes somos realmente.
El autodescubrimiento por si solo es vital para convertirte en el mejor emprendedor posible.
María Martínez Segovia
Consultora y Coach de Empresas