P.- Los empresarios de Lanzarote han decidido aunar sus fuerzas y asociarse en el Círculo de Empresarios de Lanzarote. ¿Por qué ahora?
R.- La pandemia que estamos viviendo nos hizo reflexionar sobre cuál es el modelo económico que necesitamos para nuestra isla. El Círculo nace con el objetivo de desarrollar iniciativas que unan todos los sectores para posicionar Lanzarote como un destino premium. Para ello, se están estableciendo líneas estratégicas que consigan una reflexión empresarial con el propósito de diseñar una agenda 20-30 de medidas económicas con una misión clara: salir reforzados de esta difícil situación mejorando nuestro modelo productivo.
P.- ¿Cuáles son las metas que se persiguen desde el Círculo de Empresarios de Lanzarote?
R.- Estamos trabajando para ser una asociación que influya de manera productiva en la solución de los problemas de la isla. Promovemos y apoyamos el dialogo, la aproximación entre las diversas instituciones democráticas y el mundo empresarial con el fin de conseguir soluciones a medio y largo plazo en los ejes estructurales de la misma, aportando nuestras necesidades para mejorar nuestra economía y que permita una redistribución de la renta en la isla.
P.- La isla ha sido duramente castigada por la pandemia, sobre todo el sector turístico directa e indirectamente. ¿Cómo lo afronta el empresariado lanzaroteño para sobrevivir?
R.- Las islas de Lanzarote y Fuerteventura, dentro de la economía canaria, son las más afectadas por la crisis sanitaria. El principal sector económico es el turismo y esto hace la caída del PIB sea cinco puntos superior al del resto de islas, situándose en un 21%. La llegada de turistas a estas es islas se sitúa anualmente en más de cuatro millones de turistas, un número simular al de Gran Canaria y Tenerife por separado. Lanzarote registró en el año 2020 606.460 turistas, un 73,4% menos que el año anterior. Es por ello que el impacto es mayor, con 40.000 personas en ERTE y cerca de 22.000 en desempleo. Además, según los datos registrados, la isla cuenta con 12.400 autónomos, y las previsiones apuntan a que en torno al 20% de ellos cesarán su actividad definitivamente.
Con una población activa en torno a 160.000 habitantes, la situación que vive la isla es límite, y las previsiones que barajamos indican que hasta después de verano no empezaremos a recuperar los flujos de turistas; una situación que se dará una vez la vacunación este implementada en los grupos de riesgo de nuestra población y países emisores de turismo. Según nuestras previsiones, hasta 2023 no recuperaremos el nivel de empleo posterior a la crisis sanitaria.
P.- ¿Qué le parecen las ayudas anunciadas por las administraciones públicas canarias para el sector empresarial?
R.- Sin duda, son medidas muy positivas porque ayudarán a compensar las pérdidas, pero indudablemente llegan tarde y, además, son pocas. El tejido empresarial ha recibido un impacto durísimo debido a la crisis del coronavirus y las cuantías deberían ser mayores, de tal manera que contribuyan a frenar la sangría de destrucción de empleo que ha traído esta pandemia.
P.- ¿Cómo cree que habría que actuar de cara a Semana Santa?
R.- Los empresarios lanzaroteños estamos por la labor de controlar la actividad en Semana Santa en aras de poder tener un mejor verano que nos permita recuperar la economía y el empleo y, poco a poco, con la temporada de invierno, comencemos a hablar ya de estabilidad. Es lo que necesitamos: caminar con paso firme hacia la recuperación y no estar continuamente volviendo para adelante y para atrás.
P.- ¿Cómo valora el paso a fase 2, después de la última ola en la isla?
R.- Los buenos datos que registramos antes de Navidad, con 46 casos activos, hizo que la población se relajara en el cumplimiento de las medidas. Las navidades, sumado a la llegada de nuestros estudiantes, provocó que después de las fiestas Lanzarote llegase a cerca de los 1.400 casos activos, la saturación de nuestras UCI, y una semana en la que superábamos a Gran Canaria en casos netos con picos de más de 140 casos diarios.
Desde el círculo fuimos muy tajantes con el cumplimiento de las normas: no podíamos estar recibiendo noticias de un desbordamiento de la situación y, por otro lado, un descontrol en el cumplimiento por negligencias de una pequeña parte de la población. Tenemos que tener en cuenta que nuestra economía es muy frágil ante esta pandemia; la dependencia del sector turístico hace que el esfuerzo que tenemos que hacer sea mayor, debido a que si la situación sanitaria no está controlada una vez se abran los mercados, Lanzarote se quedará sin posibilidad de poder recuperar paulatinamente su motor económico. Esta situación nos debe hacer reflexionar sobre la obligación de no fallar si queremos recuperarnos lo más rápido posible.
P.- ¿Cómo ve el futuro el Círculo de Empresarios? ¿Hay esperanza en el horizonte?
R.- Mi opinión es que estamos al final del túnel, hemos recorrido un largo camino en una situación inédita, pero este segundo semestre del 2021 se empezará a ver una recuperación del sector. Como dato positivo, esta pandemia hizo que el sector empresarial lanzaroteño se uniese con un único fin: salir de esta crisis lo más rápido posible con el objetivo a medio plazo de reposicionar Lanzarote en el sector premium.