Pedro Andueza es CEO y Director General de Velorcios Group, la compañía dedicada a soluciones integrales para TI, de la que también es socio fundador. También es vicepresidente de la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (CEAJE) y de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Canarias (ATA Canarias), miembro del Comité Ejecutivo de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) y miembro de la Confederación Canaria de Empresarios.
P.- Ustedes son jóvenes y empresarios, una combinación complicada en los tiempos que corren a causa de la pandemia generada por el coronavirus. ¿Cómo lo están viviendo?
R.- Todo el mundo lo está pasando mal de una u otra forma. Primero, y aunque sea una obviedad, porque antes que jóvenes o empresarios, todos somos personas y nos preocupamos por la salud de nuestros seres queridos. Eso es lo más importante, estar sano.
Ya en el terreno empresarial, está claro que esta situación nos ha puesto en jaque a prácticamente todos. La mayoría de los negocios de jóvenes empresarios empezaron a andar con los efectos de la crisis de 2008 todavía presentes y, cuando pensábamos que nos venía un periodo de relativa tranquilidad, llega este nuevo revés.
P.- ¿Cómo ven la situación económica del Archipiélago?
R.- La situación no es buena, lo sabe todo el mundo. Esta crisis sanitaria ha afectado principalmente a la movilidad de las personas y el 40% del empleo en Canarias depende directamente del turismo. Hoy tenemos 50.000 desempleados más que el año pasado a estas alturas, y el dato sería mucho peor si no se mantienen los ERTEs. Estoy seguro de que también tenemos muchísimas oportunidades y que sabremos aprovecharlas, pero todas las instituciones tienen que estar a la altura para evitar un hundimiento del empleo sin precedentes.
P.- Uno de los objetivos de AJE es que los jóvenes empresarios sean el verdadero motor y los responsables impulsores de la innovación y creación de empleo en las islas. ¿Cómo se consigue eso en estos momentos?
R.- Los jóvenes empresarios tenemos mucho que aportar, ya lo hemos hecho y lo volveremos hacer. La mayoría de nuestras empresas nacieron bajo los largos efectos de la crisis del 2008. Necesitamos apoyo de las instituciones para no caer, el resto lo tenemos: talento, esfuerzo, ilusión y la capacidad de levantarnos en momentos difíciles es parte de la idiosincrasia canaria y de una generación resiliente por naturaleza.
En AJE tenemos claro que la unión hace la fuerza. Es de una gratificación enorme ver cómo nuestros asociados se apoyan unos a otros, esa es la principal fortaleza de la organización. Como asociación hemos hecho un esfuerzo importante para ofrecer asesoramiento a quien lo ha necesitado sobre los ERTEs, líneas de crédito, subvenciones… También hemos tratado de aportar nuestro granito de arena trasladando nuestras propuestas a las instituciones.
P.- Hay empresas en manos de personas jóvenes que se han quedado por el camino y se han visto obligadas a cerrar sus puertas. Una decisión nunca fácil y que en muchos casos hace mella en sus propietarios. ¿Qué cifras manejan y qué le dirían a esos emprendedores?
R.- El dato que tenemos es que hoy tenemos cerca de 1.000 autónomos menos que en febrero. A esas personas quiero, primero, darles las gracias por haber puesto su esfuerzo para construir tejido productivo, por querer generar empleo. Y, por supuesto, les mando todo el ánimo del mundo en unos momentos que, seguro, son muy complicados. Emprender es, en muchos casos, caer y levantarse. Ahora bien, las instituciones tienen en sus manos hacer que sea más difícil caer y, también, que sea más fácil levantarse. Algo aparentemente tan sencillo como simplificar trámites administrativos y aliviar la carga burocrática puede ser un gran apoyo para un emprendedor.
P.- ¿Deben cambiar los modelos de negocio tras la pandemia para adaptarse a los nuevos tiempos?
R.- No es que deban cambiar, es que ya han cambiado. De todas las crisis surgen aprendizajes. Creo que una de las lecciones que nos llevamos de ésta es que la digitalización estaba ofreciéndonos oportunidades que no cogimos hasta que no quedó otro remedio. Es que, hasta las pequeñas peluquerías de barrio, por poner un 
ejemplo, han implantado aplicaciones móviles para recoger citas, pudiendo promocionar diferentes servicios en la plataforma, recibiendo el feedback de los clientes... Se ha hablado mucho del teletrabajo, de nuevas formas de hacer las cosas a gran escala, pero lo de la peluquería es también transformación digital. Y esto no es solo responsabilidad de las empresas, las administraciones públicas también tienen que adaptarse al nuevo contexto para ser más útiles a la sociedad.
P.- ¿Es momento de emprender, ven una oportunidad?
R.- Cuando uno se lanza a emprender, una de las cosas que analiza es el contexto. No se proyecta una empresa sobre el vacío. Sin duda, esta no será la mejor ocasión para emprender en muchos sectores, pero habrá otros en los que sí. Los nuevos problemas requieren de nuevas soluciones y habrá muchos emprendedores que puedan ofrecer las respuestas que necesitamos.
P.- ¿Ven esperanza en el futuro?
R.- Si no tuviera esperanza en el futuro cerraría hoy mismo mi empresa, dejaría la responsabilidades que tengo como representante empresarial y recomendaría a mis asociados que hicieran lo mismo. Pero no es así, estoy seguro de que esto es solo un bache, uno muy grande, pero lo superaremos seguro. Trabajaremos más, con más ilusión, con más esfuerzo y nos transformaremos para seguir contribuyendo al desarrollo del tejido productivo de Canarias.
