La Confederación Canaria de Empresarios ha dado a conocer las conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica de agosto de 2020.
Según este informe, el mercado laboral ha vuelto a acusar la incertidumbre en que está inmersa la economía de nuestro país, anotando resultados negativos durante el pasado mes de agosto.
Así, el número de afiliados a la Seguridad Social a último día del mes pone de relieve que el empleo en el conjunto del territorio nacional se redujo en agosto en 82.541 efectivos (-0,4%) con respecto a los datos observados en julio.
Esta tendencia se traslada también al empleo en Canarias, que evidenció, con datos a último día de agosto, una caída mensual de la afiliación a la Seguridad Social de 2.499 efectivos (-0,3%), corrigiendo el avance mensual que había arrojado el dato de afiliación media publicado con anterioridad.
De esta manera, y considerando el periodo comprendido entre febrero y agosto, el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social en las Islas acumula ya una caída de 62.641 personas, lo que implica un descenso del 7,6%, que duplica el registrado en el contexto nacional, donde la afiliación durante la pandemia se ha reducido en un 3,6% (688.109 afiliados menos), lo que sigue mostrando la fuerte exposición del Archipiélago a los efectos del COVID-19.
La caída de la afiliación en el Archipiélago se ha concentrado especialmente en los servicios, que han perdido un total de 60.531 trabajadores, principalmente en la “Hostelería”, el “Comercio” y los “Transportes”, que, en conjunto, suponen un descenso de 32.690 efectivos; al tiempo que la “Educación” y las “Actividades administrativas” han apreciado sendos retrocesos de 17.014 y 7.044 empleos, respectivamente. Sin embargo, la “Sanidad” ha anotado un alza de 4.137 nuevas altas en comparación con el mes de febrero.
Los nuevos rebrotes aparecidos durante el mes de agosto han venido a sumar nuevos impedimentos que frenan la leve recuperación que había comenzado a experimentar la actividad turística en el Archipiélago.
Los datos que arroja el mes de agosto cifran la entrada de turistas extranjeros en las Islas en apenas 245.216 visitantes, y ello supone que el sector de las islas ya acumula en los ocho primeros meses del año una pérdida de 5,5 millones de viajeros en comparación con el mismo periodo del pasado ejercicio, lo que supone un 63,0% menos, en términos relativos.
La matriculación de vehículos también continuó en cifras negativas y registró una caída del 30,3% mensual a lo largo del pasado mes de agosto, acumulando entre los meses de enero y agosto una contracción de la actividad del 47,0%, lo que se extiende a todos los canales de venta, aunque de manera especialmente intensa al segmento de vehículos destinados al alquiler, que ha apreciado un descenso del 81,1 por ciento.
La crisis continúa afectando al empleo y a la actividad de las empresas, debido al impacto directo que continúan generando las diferentes medidas de contención, la reducción de aforos y las limitaciones a la movilidad, pero también ha agudizado la debilidad que ya venía mostrando el consumo tal y como muestra el comportamiento de la inflación.
Los precios de consumo se aminoraron en las Islas durante el pasado mes agosto en un 0,1%, mientras que en el ámbito del Estado apreciaron una variación mensual nula.
En términos interanuales, el IPC observó un alza del 0,5% en el Archipiélago, frente a la disminución del 0,5% apuntada en el conjunto del país.
Esta evolución dispar se debe a la mayor resistencia que están mostrando los precios de los carburantes y los productos energéticos en las Islas con respecto al total nacional.
De esta manera, el descenso que han venido mostrando los precios internacionales del petróleo durante el presente año (el precio del barril de Brent ha caído un 23,1% en relación con el mes de agosto de 2019), se ha reflejado con mayor intensidad en la estructura de precios del Estado, en la que los carburantes se han abaratado un 11,0% interanual, mientras que en Canarias, los precios de los combustibles han evidenciado una contracción de menor entidad, cifrada en un 1,9 por ciento.
A la luz de estos datos, resulta más que evidente la necesidad de seguir insistiendo en todas aquellas ayudas y estímulos del tejido productivo y el mercado laboral, siendo esencial que se mantenga en funcionamiento una figura tan importante como los ERTEs, en aras de que las empresas puedan seguir adecuándose al ritmo de la actividad económica, máxime, en un momento de especial incertidumbre ante los rebrotes del virus.
Asimismo, deben aplicarse medidas que apoyen e impulsen el retorno a la senda del crecimiento y que mantengan un marco jurídico seguro y estable, huyendo de aquellas que puedan elevar el esfuerzo fiscal, tanto de las empresas como de las familias, o que menoscaben la capacidad de crear empleo de la economía.