Día grande el que se vivía en Gran Canaria en la reedición de la final del torneo del KO de la temporada pasada, entre grancanarios y baleares, en un reencuentro especial para los hermanos Tomàs y para Chuck Baldwin que se reencontraban en la cita decisiva con su ex equipo, para conocer al nuevo campeón de la Copa de SM El Rey.
La ausencia de público en las gradas equilibraba las fuerzas entre los dos líderes de la primera fase, en la final esperada de un torneo del KO en el que la emoción y la igualdad había sido la nota predominante en cada uno de los cinco encuentros precedentes disputados sobre la pista del Polideportivo Carlos García San Román.
Espanya golpea primero en una primera mitad sin un dominador claro
Mucho respeto durante los primeros compases del encuentro en el primer enfrentamiento entre ambos en el presente curso, con ambos contendientes tanteándose en los primeros compases de la finalísima, a la que Chuck Baldwin asistía a pesar de su fractura en la mano, partiendo además como titular en el equipo anfitrión.
Adam Schejbal y Antala se mostraban muy seguros con paradas de mérito en las primeras aproximaciones a ambas porterías de los dos finalistas, con el Molina llevando el peso de la posesión del disco y el Espanya tirando de contras para intentar desnivelar el electrónico.
El trabajo de los grancanarios no tardaría en dar sus frutos en una veloz incursión por el flanco izquierdo de Chuck Baldwin que servía un pase de la muerte para que Tenemyr fusilase al meta polaco del Espanya, para poner el 1-0 en el marcador a 13 minutos del descanso.
El Espanya asumía más riesgos en ataque y el Molina cerraba filas en torno a Adam Schejbal que ponía el candado a su portería, mientras sus compañeros aprovechaban la más mínima oportunidad para volar en dirección a la meta rival para intentar aumentar la renta a su favor, topándose con un espléndido Antala que impedía el despegue de los anfitriones.
A falta de 8 minutos para el ecuador del choque encontraba el Espanya la recompensa a su ambición en una buena asistencia de Álvaro Pons que Fernando Serano aprovechaba para perforar con el disco la meta defendida por Adam Schejbal que no podía evitar que el 1-1 subiese al marcador.
El partido entraba en una fase de ida y vuelta sin un dominador claro con ocasiones a ambos lados de la pista y con ambos porteros como protagonistas en un duelo apasionante y abierto, que se mantenía empatado tras anular el árbitro un gol al Molina al considerar que el disco había golpeado en el patín antes de entrar en el interior de la portería.
Los grancanarios pasaban de poder ponerse en ventaja a sufrir un gol en contra en la siguiente jugada tras asistir Requena a Virtanen que no perdonaba en su duelo con Adam Shejbal, para colocar el 1-2 en el marcador con el que se llegaba al ecuador del choque.
El Molina fuerza la prórroga en un final de infarto
La presión ejercida en toda la cancha en el arranque de la segunda parte devolvía el equilibrio al marcador tras un providencial robo de cartera de Pol Jansa que fusilaba a Martin Antala para colocar el 2-2.
El choque entraba en su fase más táctica como si de una partida de ajedrez se tratase, con ambos equipos moviendo sus fichas para poner en jaque a su oponente, en un duelo de finos estilistas en el que la igualdad era llevada a su extremo.
Máxima tensión y deportividad la que se vivía en la recta final del partido, con los dos equipos demostrando su mejor versión en busca de un gol que les volviese a colocar en ventaja en el electrónico.
El equilibrio era nuevamente roto por los baleares en una combinación entre Álvaro Pons y Requena que se encargaba de sorprender con un remate seco a Adam que no podía evitar que el disco entrase en el interior de su portería a falta de poco más de 8 minutos para el final del choque (2-3).
Un nuevo zarpazo de los baleares obligaba a Andreu a congelar el crono a 6:23 para el final con 2-4 en el marcador, en busca de una estrategia para intentar dar la vuelta al marcador en un final de partido que se había complicado más de la cuenta para el anfitrión.
Pero poco más de un minuto después los grancanarios se metían de lleno nuevamente en la lucha por la Copa gracias a una asistencia de tiralíneas de Tenemyr que era aprovechada por Andreu para colocar el 3-4 al marcador, devolviendo la esperanza a sus pupilos.
El Molina renunciaba a su portero y el Espanya se colgaba del marco de su portería en un final de partido no apto para cardíacos, devolviendo la igualdad al marcador a 30 segundos del final, tras una combinación mágica entre Chuck Baldwin y Tenemyr que enviaba el partido a la prórroga para decidir el ganador tras anotar el 4-4 con el que se llegaba al final del tiempo reglamentario.
Tenemyr ejerce de puk de oro para renovar la corona del Molina
El Espanya rozaba la Copa con el primer disparo a portería, pero Adam Schejbal volvía a aparecer en escena para placar los ánimos baleares con una nueva parada antológica del cancerbero del Molina, que tiraba de galones para mover el disco con tranquilidad a lo largo y ancho de la pista, buscando el momento adecuado para asestar el golpe definitivo, que llegaría a 2 minutos del final de la primera parte del tiempo añadido, logrando revalidar su corona tras asistir brillantemente Josep Tomàs a Tenemyr para que el sueco hiciese los honores de convertir el gol de oro para los anfitriones (4-5).