Amistad en evolución

Amistad en evolución

Llevo tiempo queriendo escribir este artículo. He leído muchos en los que se habla de cómo cambia la vida y las relaciones de amistad cuando alguna de las amigas del grupo se convierte en mamá. La verdad he decir que los testimonios que he leído hacen que me hierva la sangre en las venas. Amigas que se separan, que huyen despavoridas como si tener un hijo fuera una mala enfermedad que se contagia. 

Desde mi experiencia, vengo a abogar por todo lo contrario. La llegada de niños a los grupos de amigas, enriquece. 

Mi primer sobrino de corazón, porque es así como los veo y así como los siento, nació hace diez años y después de él, cinco más. ¿Ha cambiado algo? No, sólo ha crecido mi número de sobrinos.

En algunas ocasiones, no negaré que hemos cambiado noches de desenfreno y mañanas de ibuprofeno por noches con un bebé en brazos, tosiendo, al que solo quieres abrazar y curar con besos como nos hacían creer de pequeños. “Sana, sana culito de rana, sino sana hoy sanará mañana”. Y no cambio ni una sola sonrisa, ni un solo abrazo, por una copa de vodka con limón y un baile con cualquier desconocido. 

Los planes cambian, se adaptan: el parque, las pelis infantiles en el cine, las meriendas de chicas con las más pequeñas del grupo sintiéndose súper mayores, aconsejándote que te compres esto o aquello, se convierten en el mejor plan de fin de semana. 

¿Y tus amigas? Siguen siendo tus amigas. Ellas no cambian por ser madres. Hablo siempre desde mi punto de vista, claro.  Las mías siguen estando ahí para todo.  Consuelan, aconsejan, apoyan, se alegran de mis alegrías. Tal cual, igual que antes de ser madres, solo que ahora, los audios de whatsapp igual me llegan con alguna vocecilla por detrás que me grita: “Hola, tía Zeny”.

Así es la vida, en constante evolución y las amistades, también. Cuando éstas son verdaderas, no hay que temer que nadie aparezca y las cosas cambien. Aún tenemos días de chicas para que las mamás desconecten un poco, alguna que otra noche de fantasía con cena y cine para adultas, claro que sí, pero los niños han venido para darnos alegría a todos y ser parte de lo somos, la familia que hemos elegido. ¡Por más niños en el grupo!

 

Zeneida Miranda

Periodista

@ZeneidaMirandaS