Siempre estaban todas a una, como los Mosqueteros, cuando se necesitaban y cuando no, también. Y es así como veo la amistad. Ellas me enseñaron que los amigos deben ser tan estables en nuestra vida como la propia familia, pero hoy en día me encuentro con una extraña tendencia a cambiar de amigos como quien cambia de ropa interior. ¿Qué está pasando? ¿Ya no existen las lealtades?
Si de algo puedo presumir es de mantener, como en los coles por la Covid, un “grupo burbuja” de amistades inquebrantable. Y ya no importa quién llegó antes y quién después, porque a lo largo de los años todos me han demostrado que están ahí para las risas y también para los llantos. Para las fiestas y para los dramas. Para cuando me contratan en un nuevo trabajo y para cuando me despiden. ¡Unos para todos y todos para uno!
Me apena mucho ver en las redes sociales a esas personas que cada fin de semana tienen una mejor amiga nueva. ¿Pero qué pasó con la anterior que era tu todo? ¿Le diste una patada al vacío? ¿Nunca viste Friends? ¿Es que Rachel, Mónica, Phoebe, Ross, Joey y Chandler no te enseñaron nada?
Imagino que todo es culpa de este mundo en el que vivimos carente de valores en el que ya nada importa, ni los amigos, donde solo miramos por lo material y por quien está más guapo o más feo. Nada más importa.
Qué triste que este sea el mundo que vamos a dejar a nuestros descendientes. A ellos, ni las chicas de Sexo en Nueva York, ni los de Friends podrán salvarles.
Vaya este artículo como homenaje a todos aquellos amigos que cada día me “salvan la vida”, a las que literalmente conozco casi desde que nacimos, los de la universidad, los que están lejos pero tan cerca, a los que no veo nunca pero siento siempre y a los que llegaron a mi vida gracias al mundo laboral, los que hacen de psicólogos, los que me han hecho tía. Porque al final, los amigos son la familia que uno elige. A todos y todas, gracias por estar.
Zeneida Miranda
Periodista
@ZeneidaMirandaS