La pareja, mejor solo que mal…
Llegamos a donde algunos han llegado, de donde otros quieren salir, donde muchos quieren entrar, donde un número de personas prueban y prueban sin encontrar lo que buscan, donde otros se sienten cómodos, donde algunos no encuentran su lugar, donde una parte se relaja, donde otra sólo ve conflictos…. Llegamos a la pareja. Rut Mónica Díaz
Es simpático observar a los más pequeños jugando a “somos novios” en el cole y más gracioso, aún, es escuchar cómo lo cuentan. Es genial ver con mirada curiosa cómo los jóvenes, entre el “prueba-error”, practican lo que muchas veces ansían. Todo ello forma parte de sus primeras experiencias, es algo que les marcará en mayor o menor medida. ¿Y qué andan buscando y tanteando? Aquello que ven en los adultos: la pareja.
Estamos acostumbrados a que, en la vida, cuando se llega a la edad adulta, ya hay una estructura marcada y es la pareja. ¿Alguien duda de ello? Entonces, eres de esas personas que ha elegido, al menos por el momento, estar fuera. Habrás escuchado quizás un: ¡Enhorabuena, de lo que te libras! Del otro lado podrían preguntarte: ¿Cómo puedes vivir sin pareja? Bueno, tan sencillo como que, estar por estar, no implica un estar de verdad y qué aporta vivir así. Disfrutar del amor a uno mismo, buscar compañía cuando se desea y se quiere, no es mala opción si se elige por convicción. Iluminados en temas de pareja hay pocos, si no… la terapia de pareja no existiría. Como los hay más papistas que el Papa, diré aquello de: “¡Que tire la primera piedra el que esté libre de pecado!” .
Quizás si decimos que la pareja, con todos sus cambios y sus matices podría ser un nuevo fenómeno, no suena extraño. Cambios en su regulación, en sus formas. Cambios, por ejemplo, si pensamos en que antes la pareja estaba instaurada bajo el matrimonio y poco a poco se pasa a unos lazos de libre elección por razón de sexo. Ya sabes, somos sujetos sexuados que buscamos a nuestro otro sexuado… lo que se suele llamar “la media naranja”. Esa mitad que te complementa y te entiende y desde ahí vivir vidas compartidas. Se juntan deseos, ilusiones, sentimientos… ¡Suma y sigue! Aquí son los que se unen, los que delimitan el cómo quieren gestionarlo y si no se habla, se deja al azar, a lo que va saliendo, eso también es una elección pero… ¡Bendita comunicación!
Hay todo un repertorio de posibilidades que da de sí la pareja, incluso en la confusión del concepto y los fines más o menos claros que puede tener esa unión según los componentes y la delimitación pública, social e institucional que se dé. Desde la mirada sexológica, lo importante es el desarrollo de la historia sexual de los que se juntan. Ver el cómo se ha cimentado esa pareja, cómo ha decidido vivir la relación en el plano de las instituciones, en sus responsabilidades, elecciones de proyectos que apuntan a la durabilidad y permanencia. Todo afecta y todo repercute en la relación íntima. Para nosotros la preocupación y ocupación es que esa aventura en la que dos se embarcan salga como ellos desean y esperan. Para ello, ambos deben estar implicados. Trataremos más en profundidad este tema. Mientras, te dejo este cuestionario, lo puedes contestar en comentarios o mentalmente. ¡El poder de la elección!
Mini cuestionario: Si vuelves a leer el titular de este artículo, cómo seguirías la frase “La pareja, mejor solo que mal…”
Acompañad@
Amad@
Follad@
Las tres anteriores son correctas.
Ninguna me vale.
Reflexiona, analiza, mantente y disfruta. Mejora o, a unas malas, cambia lo que debas y deseas cambiar. Siempre fluye y nunca olvides el humor.
Rut Mónica Díaz
Sexóloga
@keepcalmmamaessexologa