¿Está de moda el Slow Sex?

Happy Slow Sex 2021!

Hemos llegado a un punto en el que las tareas del día parecen abordarnos. Si tenemos hijos, multiplicamos esas tareas por número de hijos. Le sumamos amistades, compromisos varios y un aumento del tiempo que pasamos delante de pantallas. ¿Qué nos queda? Parece que poco tiempo y olvidar lo importante. Así que… hay que poner de moda el Slow Sex. Rut Mónica Díaz.

Slow Sex es una etiqueta más que nos recuerda cómo nos invade la prisa, prisa y más prisa. El hacer todo apresuradamente, el pensar que la multitarea suma puntos, el tener la agenda saturada de quehaceres, la mente ocupada todo el día. Nos hemos quedado sin tiempo para profundizar en lo que sucede a nuestro alrededor, en lo que vivimos, en lo que sentimos, en lo que expresamos, en lo verdaderamente importante.

Entonces… ¿Qué es el Slow Sex? Una manera de decir que dediquemos el tiempo que se merece al encuentro erótico. Que nos centremos más en estar presentes en ese momento del encuentro con la pareja. No se trata de dejar la cara puesta y soltar un: “ …. Sí… sí…. así… ummmm” y estar pensando en lo que viene después o mañana. Hay que huir de los encuentros mecanizados; “ahora así, pasamos a esto y luego esto” y a ser posible lleguemos al orgasmo a la vez y… ¡ya está! ¡Listo! A otra tarea. Buscamos un dejarse llevar sin prisas, un disfrutar al máximo de lo que está sucediendo con todos los sentidos puestos en el momento y en la otra persona.

¿Cómo se puede llegar a ese tipo de encuentros? Poniendo la calma por delante de todo. Proporcionándole a ese instante la importancia que tiene. Mirándonos a los ojos, hablando y comunicando más. Teniendo diálogos antes de los encuentros que sirvan de preludio a él y nos den juego durante el día. Aportando un lugar a las caricias, a los besos, a los gestos. Masajes, no hay que saber darlos, es un juego. Jugando con esa lengua que pasa por el cuerpo, puede ser una pluma o ir besando partes del cuerpo… intentamos alargar el tiempo dedicado a lo que se suelen denominar, los preliminares, ese juego antes de la penetración. Es más, la penetración no tiene por qué ser el fin. Se trata de alargar el encuentro lo que ambos quieran, siempre siendo plenamente conscientes de que están en él, implicados, sintiéndolo, saboreándolo y disfrutándolo como si no existiese nada más. ¿A qué suena deseable?

Propósitos para el año nuevo.

  1. Más Slow Sex.
  2. Más caricias, juegos, dejarnos llevar…
  3. Más hablar del encuentro antes de llegar a él o desnudos uno frente al otro.
  4. Si no nos sale… nos ponemos como tarea dedicarnos un día a la semana a nosotros, a la pareja, nos obligamos un poquitín para conseguir el hábito de no olvidarnos de lo importante.

Ya ves, la lista puede ser lo larga que desees. Te invito a poner dentro de tu lista de propósitos alguno que esté relacionado con tus encuentros: ¿Podrías introducir algún cambio para que sean más satisfactorios? Eso sí, debes hablarlo con tu pareja, esto es cosa de dos.

Espero que sigan disfrutando de los encuentros  vividos y sentidos, que fluyan mucho en ellos y que no olviden el humor. ¡Hasta pronto! ¡A por un nuevo año, a por nuevos retos y oportunidades!

 

Rut Mónica Díaz

Sexóloga

@keepcalmmamaessexologa