¡He perdido a mi hijo! ¿Puedes entenderlo?
La pérdida gestacional temperaba o pérdida perinatal (aborto) es una situación a la que se puede enfrentar una mujer y su pareja cuando intentan tener hijos. Un duelo no resuelto, un dolor enquistado puede repercutir en la sexualidad de la mujer, en la pareja y en lograr de nuevo el equilibrio
La aventura de tener hijos puede traer diferentes vivencias según los resultados durante el proceso. Existen muchos discursos, pero pocos tratan la parte dolorosa en la aventura de ser padres: la pérdida gestacional temprana. Aún, muchos profesionales de la salud no tienen o no hacen uso de herramientas positivas a la hora de abordar una pérdida gestacional temprana con la mamá. Algo sobre lo que se debe pensar es en el hecho de que no porque al bebé se le detecten malformaciones y/o muera antes de nacer, no porque muera justo una hora tras nacer y es su primer hijo, esa mujer no es mamá. Lo es desde que siente, intuye y luego sabe que está embarazada.
Desde el momento en que le dicen que las malformaciones que tiene su bebé no son compatibles con la vida hasta que finaliza el proceso se pasa por muchas situaciones. El camino será muy distinto si se tiene la suerte de encontrar sanitarios empáticos y que den valor al profundo dolor que siente esa mamá y sepan acompañar en la pérdida. Si no es así se debe buscar ayuda, apoyo para superarlo. Una pérdida gestacional temprana en la vida de una mujer no es algo que se parchea. Un duelo no cerrado saldrá cuando menos lo esperes y de la manera que menos imaginas, quizás sin que siquiera relaciones esa explosión con ese aborto por el que habías pasado.
Dar dignidad a ese bebé, a esa vida, es un punto principal del que debes partir. Las perdidas perinatales cuando la mamá está en el primer trimestre y probablemente no ha dicho nada a nadie son bastante duras. ¿Quién va a comprender tu dolor por una pérdida si no es consciente? No sabe que donde ya no hay vida, antes la había. Quizás, por el contrario de lo que muchos dicen, no es tan recomendable esperar a la ecografía de la semana 12 para contar que estás embarazada. Quizás es mejor sentir y vivir ese embarazo desde el inicio con alegría y lo que deba ser, será.
Una vez dan la noticia de que algo no va bien, pueden pasar muchas cosas y todas dependen de los profesionales que te atiendan, de cómo afrontan ellos las pérdidas, de los protocolos de actuación y del acompañamiento que tengas. Si el bebé viene con malformaciones incompatibles con la vida pueden recomendarte un aborto activo, es decir, parar esa vida y sacar al bebé (legrado directamente o parto y después legrado, dependerá del caso). Pero debes saber que hay más opciones como el aborto expectante. No siempre te lo dirán, ese requiere de un seguimiento por parte del ginecólogo, matrona y un acompañamiento psicológico. Porque te irás a casa y con toda la calma del mundo unida al dolor se trata de que, si se ha parado el corazón del bebé, el cuerpo llegado un momento lo expulsará, resumiendo mucho el proceso. Lo haces en casa, en la intimidad y en tus tiempos, supervisada en consulta por los sanitarios durante ese proceso. Si no se ha parado el corazón, se trataría de dejar que la vida siga su curso hasta que el corazón del bebé se pare. En este caso, nadie te podrá asegurar cuándo puede suceder eso: a las semanas, a los meses, justo tras nacer, al tiempo de nacer. Así que es una decisión muy personal. Igualmente tendrás que pasar por un parto y duelo. ¿Qué se consigue con el aborto expectante? Que la mamá decida sus tiempos con toda la información y si así lo siente. Que no sea una carrera por acabar cuanto antes con esto y a otra cosa. La mamá podrá asimilar lo sucedido y despedirse del bebé, de su hijo. Poder ver a su bebé y ponerle cara. Muchas mamás han optado por esta clase de aborto. Como digo, es una decisión muy personal.
En la pareja, probablemente sea un punto de inflexión, ambos deben enfrentarse a una situación para la que no están preparados. Importante la paciencia para enfrentar esa nueva situación, dar tiempo para interiorizar lo sucedido. Durante un período hay que convivir con el dolor, a veces muy profundo y paralizante, y es bueno sacar todas esas emociones. Ambos componentes de la pareja deben superar esa pérdida, el llegar a casa y saber que ese bebé no irá con ellos. Afrontar la situación quizás pase por solicitar ayuda psicológica, poder desahogar y contar todo lo que se siente. Hay que tener en cuenta que, aunque ese embarazo se haya parado, el cuerpo aún está bajo el efecto de las hormonas del embarazo. Todo debe volver a su lugar y requiere de un tiempo. La pareja debe estar muy atenta a esa mamá, cuidarla, mimarla, protegerla, hacerla sentir arropada, que no se sienta sola en ese momento de su vida.
Es un tema bastante amplio y he dado algunas pinceladas que espero, ayuden. Si con este artículo consigo que alguna mamá que lo está pasando mal obtenga respuestas, se sienta comprendida y menos sola, si consigo que la lectura de él sirva para hacerle el trago menos amargo a alguien este artículo, ya habría merecido la pena. Si lo has pasado o lo estás pasando, háblalo, desahógalo. Aunque el tema de hoy ha sido más complejo por el componente emocional, no dejemos de ponerle humor a la vida, se ve diferente. ¡Hasta pronto!
Aquí os dejo una bibliografía que puede ayudar. Puede suceder que se dé por superado algo que, en sí, no lo está.
Claramunt, M.A., Álvarez, M., Jové,R., Santos, E., (2009), La cuna vacía (El doloroso proceso de perder un embarazo), Madrid, España, La Esfera de los libros.
Álvarez, M., Claramunt, M.A., Carrascosa, L.G., Silvente, C., (2011-12), Las voces olvidadas (Pérdidas gestacionales tempranas), Tenerife, España, OB STARE.
Isabelle de Mézerac, (2004), Un hijo para la eternidad. Madrid, España. Ediciones RIALP.
Anji Carmelo, (2011), Déjame llorar. Taraná Ediciones.
Web Superando el aborto: https://superandounaborto.foroactivo.com/
Rut Mónica Díaz
Sexóloga
@keepcalmmamaessexologa