Los trabajadores de un centro de menores migrantes de Mogán denuncian agresiones sexuales y prostitución
Trabajadores que cuidan a menores migrantes no acompañados del complejo turístico de Mogán en el que se alojan han denunciado, mediante un informe, agresiones sexuales a menores y prostitución.
Según dicha denuncia «la dirección tiene constancia de que al menos tres de los menores del centro han ejercido la prostitución tanto dentro del centro con otros menores como fuera del mismo con personas ajenas al centro (supuestamente mayores de edad). Sin embargo, no han realizado ninguna intervención con los menores ni informado de ello a las autoridades«, según recoge la denuncia de los trabajadores.
Presuntas agresiones sexuales
Sobre las presuntas agresiones sexuales a menores, relata la denuncia de los trabajadores que «a inicios del mes de marzo, una de las trabajadoras informó al equipo educativo que varios menores le han reportado que un menor ha sufrido repetidas agresiones sexuales por parte de dos de dos usuarios del centro (hacemos referencia a ellos como usuarios del centro y no como menores puesto que en aquel entonces ya se había certificado que eran mayores de edad y estaban pendientes de traslado). En ese momento el menor se encontraba fugado, argumentando sus compañeros que el motivo de la fuga era para evitar esas agresiones y el bullying que sufría por parte de algunos de los menores del centro que ridiculizaban su situación«.
Dada las circunstancias, los educadores deciden recopilar información para confirmar la veracidad de los hechos, en ese momento la actual responsable del turno de noche comunica a los educadores que existen videos de dichas agresiones y que incluso algunos compañeros del turno de noche tienen alguno de esos videos en sus móviles, cuando los educadores solicitan acceder a ese video se niega su existencia pero verbalizan que las agresiones sexuales si han tenido lugar«.
Prosigue la denuncia que ante la situación generada «parte del equipo educativo solicita a la dirección continuar recopilando información, reforzar los turnos de noche para evitar dichas situaciones y realizar la correspondiente denuncia, en ese momento la dirección comunica directamente que se haría cargo de todo ello, la realidad es que a día de hoy no se ha interpuesto la correspondiente denuncia, no se han reforzado los turnos de la noche, el menor continua fugado y a pesar de que la dirección tiene información de su paradero no han hecho nada para intentar ayudarle«, relata el informe que ya está en manos de las autoridades entre ellas la Fiscalía , mientras el Gobierno de Canarias ya ha abierto una investigación.
Agresiones físicas
En la denuncia también se relata que «durante estos meses, se han producido diversas y repetidas agresiones físicas a los menores por parte de algunos empleados.
Entre la supuestas agresiones se relatan contenciones físicas desproporcionadas, en las que auxiliares que duplicaban el peso del menor colocaban su rodilla sobre el cuello de los menores una vez que ya estaban contenidos sin mostrar resistencia.
• Contenciones físicas no justificadas, realizando técnica de «estrangulación desnuda»
• Intimidación de los menores realizando golpes violentos contra la pared con un palo de madera por parte de una auxiliar.
• Insultos de manera continuada y vejatoria a los menores, haciendo referencia estos insultos a su raza, edad, apariencia física, higiene y orientación sexual.
• Algunos auxiliares despiertan a los menores con gritos, insultos, utilizando linternas de luz blanca proyectada directamente sobre los ojos e incluso arrojándoles agua.
«Todas estas situaciones y otras muchas de la misma tipología son conocidas por los directores, sin embargo, no han tomado medidas, incluso han recontratado personal que había abandonado la fundación y que realizaba alguna de estas prácticas«, según se recoge en el informe de denuncia de los trabajadores del centro.
También se recoge que «algunos de los miembros del personal que ejecutan estas conductas han estado federados en artes marciales. Además, cuando los menores han solicitado interponer denuncias contra dichos trabajadores, la dirección ha presionado a los menores para disuadirlos en su intención e incluso les han negado los hechos».