Potencia tu memoria de trabajo en casa con estos ejercicios
La memoria de trabajo (también conocida como memoria operativa, working memory en inglés) es aquella función cognitiva que nos permite retener y manipular datos mentalmente de forma temporal, para desempeñar tareas cognitivas complejas como la lectura, el aprendizaje o el razonamiento. Es un tipo de memoria muy breve, ya que la información se mantiene en ella en torno a unos 30 segundos. Tiene una capacidad limitada de entre unos 5 a 9 datos, aunque esto puede variar según la persona (hay personas que pueden tener una capacidad mayor), del tipo de datos que retenemos (más o menos importantes o relevantes) y a estrategias como el chunking (agrupar información, como cuando nos aprendemos nuestro teléfono o DNI, que hacemos parejas o tríos con los dígitos). Además, podemos hablar de memoria de trabajo verbal o visual, en función de la modalidad de los datos que se nos presentan
La memoria de trabajo la utilizamos constantemente en nuestro día a día, como cuando anotamos en un papel un recado que nos están dando por teléfono, cuando comparamos situaciones/opciones para tomar la mejor decisión, cuando calculamos mentalmente el cambio que nos deben dar en la tienda o cuando escuchamos una conversación y mantenemos lo que se nos acaban de decir para dar una respuesta.
Esta función es esencial para nuestro desempeño funcional, así que me gustaría proponerte algunos ejercicios simples para que potencies la memoria de trabajo:
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Lee frases de menor a mayor longitud y trata de decirlas en voz alta o escribirlas inmediatamente después de haberlas leído.
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Trata de decir los dígitos de tu número de teléfono o DNI en sentido inverso.
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Trata de decir los dígitos en orden directo (en el mismo orden) de números aleatorios o palabras, si quieres aumentar la complejidad, hazlo en sentido inverso (empezando por el último dígito o letra). Por ejemplo: dime los dígitos en orden directo de dieciocho mil cuatrocientos cincuenta y dos. Ahora en orden inverso. Con palabras resultará más sencillo: deletrea la palabra CUADRO y ahora en sentido inverso.
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Puedes hacer listas de palabras (perro, camión, sorteo, barbacoa, televisión) y tratar de recordarlas en sentido directo (igual al sentido de la lista) o inverso (de la última a la primera).
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Haz cálculos mentales
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Si has hecho un recorrido en coche (Las Palmas de Gran Canaria, Telde, Arucas) trata de recordar los lugares a los que has ido, también en orden directo e inverso, o andando como por ejemplo dentro de un centro comercial, memoriza las tiendas a las que has entrado.
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En pareja, pueden utilizar una baraja de cartas (boca abajo, por la parte sin número o boca arriba) y que uno de la pareja señale diferentes cartas en un orden y el otro trate de recordarlo y reproducirlo igual, también en el mismo orden o en sentido inverso.
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Ordena alfabéticamente las letras de una palabra. Por ejemplo: MONEDA sería ADEMNO.
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Ordenar números de menos a mayor.
Puedes ir anotando en algún cuaderno cuál ha sido el número con mayor cantidad de dígitos que has recordado, la palabra más larga que has deletreado en sentido inverso o la secuencia de cartas más larga que has memorizado visualmente.
El entrenamiento de la memoria de trabajo va a mejorar tu funcionamiento cognitivo en la toma de decisiones, manejo de información mental, lectura o aprendizajes nuevos. Si, con el tiempo, aprecias que eres más ágil en el cálculo mental, que te olvidas menos de los que había en la lista de la compra, que olvidas menos veces lo que ibas a decir o responder en una conversación o consigues salir más veces de casa sin olvidarte alguna de las cosas que debías llevarte, significa que estás haciendo un buen entrenamiento.
Cristina de la Fe
Neuropsicóloga
Psicóloga sanitaria