Heminegligencia visoespacial: ¿Por qué no ve lo que pasa a su izquierda?
Una alteración muy frecuente que suele darse tras sufrir un daño cerebral adquirido es algo que se conoce como neglect o síndrome de heminegligencia espacial. Se trata de una afectación atencional que altera la capacidad de la persona para orientarse y responder hacia los estímulos que se encuentran en una de las mitades del espacio, normalmente la parte izquierda (que suele ser la contralateral a la lesión), pudiendo atender a la otra mitad
Las personas que sufren heminegligencia visoespacial no cuentan con dificultades en la visión o la percepción, sino que es un fallo de la atención en ese procesamiento consciente de la información que se percibe, la que hace que “ignoren” aquello que sucede en la mitad del campo visual, observando conductas tan curiosas como comerse únicamente una mitad del plato de comida, leer la mitad de las palabras o frases, personas que se afeitan o se maquillan sólo una mitad de la cara, no dirigir la mirada al lado afecto, no dirigirse hacia ti si les hablas desde el lado alterado, copiar o percibir la mitad de un dibujo… muchos lo denominan como la “indiferencia al lado izquierdo del mundo”.
¿Pero cómo es eso de que no lo ve, pero en realidad sí lo ve? ¿Por qué se comporta entonces como una especie de ceguera del campo visual izquierdo si no existe una alteración sensorial ni perceptiva?
Para que se entienda un poco mejor, es posible recurrir a algo que seguro que nos ha pasado a todos alguna vez. Seguro que en algún momento tu madre, tu hermano o tú mismo te ha mandado a por algo que estaba en tal sitio de la casa (por ejemplo: tráeme la jarra de cristal que está en el armario) y cuando has ido a por ella, no la has encontrado. Cuando te insisten y vuelves al mismo lugar, resulta que sí que estaba ahí, pero la primera vez no la viste. ¿Dirías que por ese motivo tienes dificultades en la visión o alteraciones perceptivas? No, ¿verdad? Tu visión está bien, y has sido capaz de percibir y reconocer el objeto cuando has vuelto a mirar en el sitio donde debía estar, simplemente tuviste un fallo de atención, aunque la primera vez “no lo viste”.
Este tipo de alteraciones, al igual que el resto de dificultades en el funcionamiento cognitivo tras un daño cerebral, se puede trabajar en Rehabilitación Neuropsicología.
Cristina de la Fe
Neuropsicóloga
Psicóloga sanitaria