Hace un par de semanas me brindaron la oportunidad de poder escribir semanalmente por este medio, Diario de Gran Canaria. Debo de decir, que no me costó nada aceptar la invitación. Llevo bastantes años dibujando y escribiendo en una libreta, o como lo llaman los artistas, un SketchBook. Es un hábito que llevo bien arraigado en mí.
Este objeto imprescindible me acompaña a todos los lados. Es una herramienta muy útil para ejercitar mi mano y mi mente. Sea en una cafetería, en un parque al aire libre o en una estación de metro. Es automático, saco de mi mochila el bloc y empiezo a dibujar lo que mis ojos perciben. Al escribir, vomito preocupaciones, emociones, alegrías, dudas, en fin, todo lo que uno lleva en la cabeza. Estos escritos, borradores o trazos que materializo en la libreta son una fuente de inspiración para futuros proyectos o simplemente para desahogarme.
Para empezar, queridos lectores, me gustaría abrir un debate con el trazo. Actualmente, la gran mayoría de ustedes disponen de unos pequeños cachivaches llamados Smartphone, con estos objetos hacen cualquier cosa, menos escribir o dibujar en pluma o grafito. Por ese motivo, sería todo un placer hablar sobre el trazo, un tema que me interesa.
Cada individuo usa el trazo de manera única y eso me tiene intrigado. Unos pueden tener el trazo fino, con una escritura elegante y sutil y otros pueden tener el trazo duro y firme en las que dejan marcas en el papel, dependiendo de la presión que esté ejerciendo en ese momento con el lápiz o el bolígrafo. Eso me llevo a pensar varias suposiciones.
La primera, dependiendo de cómo uno coja uno el bolígrafo y de qué grado de presión ejerza sobre el soporte en que trabaje, las rayas pueden ser más o menos visibles. Otro factor que influye mucho en el arte de escribir es la escritura con la mano derecha o la izquierda, la letra puede ser más inclinada o menos inclinada dependiendo del ángulo del papel y de cómo sujetas el bolígrafo para ensuciar el papel.
Como dibujante, para trazar las primeras líneas, suelo usar un grafito intermedio, H grafito duro y B grafito blando, (HB). Al ser zurdo, mancho de grasa el dibujo, lo emborrono al pasar la mano por encima del papel, es un engorro. La solución que encontré es sencilla: ponerme un guante de algodón, así cuando dibujo evito ensuciarlo lo máximo posible. En la escritura, no tengo ese problema, porque habitualmente escribo con un rotulador fino especial para zurdos, de secado rápido. No suelo usar bolígrafo, no me satisface el trazo tan soso.
Amigos, me despido con este debate abierto, espero que podáis sacar más jugo con este tema. Y sí, es verdad, la tecnología nos ha facilitado mucho los quehaceres diarios de cada uno. Todo es más fácil y rápido, hay menos errores, podemos corregir tantas veces como queramos sin emborronar el papel y dejarlo hecho un cristo. Pero el arte de escribir es pura magia y la tecnología no entra en este apartado.
Por qué negarlo, soy más analógico.
Edgar Ramírez
Ilustrador y diseñador gráfico
www.edra.myportfolio.com