Descanso y salud: descansar es vital. Descubre cómo integrar un descanso reparador
¿Descansas lo suficiente a diario? ¿Sabías que un buen descanso permitirá que tu organismo pueda llevar a cabo todas sus funciones vitales? Te contamos cómo comenzar a regular tu descanso y permitir que tu organismo realice adecuadamente las tareas de eliminación, regeneración y reabastecimiento de nutrientes. Suso Valcárcel y Flor Fernández
Hoy venimos con ganas de contarte sobre el descanso y todas las implicaciones que tiene en nuestra salud.
Antes que nada, decirte que somos seres diurnos: cuando hay luz de día, nuestro cuerpo está preparado para la actividad como comer, dormir, relacionarnos, hacer actividades de todo tipo. Y cuando la luz se va, el cuerpo entra en un estado de “ralentí”, porque entiende que es el momento de descansar y reponer los nutrientes y energía a los órganos y músculos.
El descanso, la relajación y el sueño son las condiciones bajo las cuales el cuerpo regenera energía nerviosa, se reabastece y se pone al día en las tareas de eliminación. Por ello es tan importante sincronizar nuestro organismo con los biorritmos naturales, restableciendo así el descanso de forma natural.
Como verás, para mantener nuestra salud, es vital poder descansar. Por eso en este artículo queremos contarte a qué puede deberse la falta de descanso y también todos los beneficios que puedes obtener de proporcionarle a tu organismo un descanso reparador.
Te invitamos a pararte a pensar: ¿Cómo descansas? ¿Te sientes cansad@ la mayor parte del día? ¿Precisas recurrir a estimulantes como el café o alimentos “energéticos” para espabilar y afrontar tu día? ¿Tienes insomnio o dificultades con el sueño?
Si has respondido “sí” a alguna de estas cuestiones, te invitamos a que sigas leyendo y puedas tomar consciencia de aquello que puede estar desvitalizándote.
Posibles causas de la falta de descanso:
- Desequilibrios hormonales.
- Alimentación inadecuada.
- Preocupaciones.
- Distracciones.
- Exceso de estímulos.
- Estilo de vida estresante.
- Perfeccionismo y autoexigencia.
- Necesidad de control absoluto.
- Fatiga excesiva.
- Insomnio.
- Ropa inadecuada.
- Una microbiota disbiótica.
Beneficios de un descanso reparador:
- Equilibrio hormonal.
- Óptima absorción de nutrientes.
- Equilibrio del peso.
- Fortalecimiento del sistema inmune.
- Microbiota eubiótica.
- Mejora de la memoria y concentración (se fortalecen las conexiones neuronales en la fase REM, permitiendo la restauración del hipocampo).
- Aumento de la creatividad.
- Efecto cardioprotector.
- Potencia la eliminación y regeneración natural del organismo.
- Regenera la energía nerviosa.
- Disminuye la depresión.
- Correcta secreción de de serotonina y melatonina.
- Disminución del estrés.
- Reabastecimiento óptimo de glucógeno al hígado y células.
Como puedes observar, se desprende de todo esto que es imprescindible proporcionarle al cuerpo un descanso en todos los niveles. Así, la energía nerviosa podrá ser regenerada y se llevarán a cabo perfectamente los procesos de eliminación y reabastecimiento de nuestros nutrientes:
- Descanso fisiológico: el alivio de la carga digestiva es un factor decisivo en este sentido.
- Descanso mental: aprender a centrarnos en el presente es clave para una buena higiene mental.
- Descanso sensorial: permitir un descanso al cerebro y el sistema nervioso.
- Descanso emocional: mediante la correcta gestión de nuestras emociones y el estrés.
Y ahora que ya sabes en todo lo que puede influir un buen descanso, queremos dejarte algunos tips para que consigas integrarlo y puedas comenzar a notar todos sus beneficios:
- Irse a la cama con la digestión hecha. Cenar liviano y poca cantidad: si puedes, cena al menos dos horas antes de acostarte, para permitir que los biorritmos de asimilación y de eliminación se realicen de forma correcta.
- Practicar ayunos intermitentes: es de vital importancia el descanso en los órganos digestivos, ya que gran cantidad de energía vital se va en estos procesos (80%).
Esto nos permitirá sentirnos más ligeros y livianos y dará paso a conciliar un descanso adecuado.
- Comer consciente: alimentos adecuados, buenas combinaciones, con hambre real, masticando despacio… todo esto disminuye la toxemia en el organismo y permite un descanso de calidad.
- Poner consciencia en nuestros pensamientos y emociones: es tan importante el diálogo interior como el exterior. Si vivimos en un estado constante de enervación, entonces el organismo vive un estrés continuo, un estado de alerta que no le permite descansar.
- Buena gestión de nuestros pensamientos y emociones: gestionar aquello que pensamos y sentimos de forma que no nos haga daño. Evitar el “run-run” mental.
- Meditar, practicar yoga, actividades de relajación que nos conecten con nuestro aquí y ahora: enfocarse en el presente permite despejar la mente de preocupaciones, lo que conlleva a descansos plenos.
- Permitirse el ocio, el disfrute: irse de vacaciones, planear un viaje, alguna actividad que nos guste y hacerla. Disfrutar facilita el descanso.
- Actividades al aire libre, contacto con la naturaleza y el sol: un aporte de sol permite que nuestra piel sintetice y almacene vitamina D, lo que es imprescindible para nuestra calidad de vida y por tanto, para la calidad del descanso.
- Realizar pequeñas siestas o parones durante el día: es muy importante proporcionarle al organismo descansos regulares durante el día. Habrás notado muchas veces que un parón de 10 ́ hace que puedas seguir trabajando de forma óptima. Las siestas permiten que el cerebro regenere sustancialmente sus reservas de energía nerviosa.
- Eliminación de tóxicos diversos: reducir y/o eliminar alimentos como ultraprocesados, proteína animal, legumbres y cereales en exceso, azúcar y harinas refinadas, sal, aditivos y conservantes; uso y abuso de estimulantes como café, té, refrescos azucarados y/o con cafeína, alcohol; uso y abuso de diferentes drogas como medicamentos y otras, etc.
- Aire fresco y buena ventilación: indispensable para que la calidad del descanso mejore.
- Ejercicio físico: es imprescindible. Armoniza al organismo. La eliminación se acelera. El descanso es más reparador.
- Ropa adecuada: algodón o tejidos naturales, que nos quede floja y que permita la circulación sanguínea y la respiración de la piel, así como una temperatura constante y confortable, y una distribución uniforme del peso corporal sobre la parte inferior.
- Oscuridad y silencio: disminuir al máximo los estímulos lumínicos y sonoros (móvil, tablets, tv, ruido excesivo, etc.).
Como ves, es fácil integrar un descanso reparador si sabes cómo. Esperamos que de ahora en adelante tus descansos te lleven a un estado óptimo de salud y bienestar en todos los sentidos.
Suso Valcárcel y Flor Fernández
Coaches de salud integral, expertos en nutrición natural y consciente
Fundadores de Hygemon y del programa C.I.S.E.
www.hygemon.com