Cuando nuestros peques dejan la siesta
Entre los 3 y 4 años de edad, continúa madurando el curso del sueño y los niños pierden su siesta de forma natural. Es un proceso que llevan a cabo por ritmo biológico, y no se puede forzar ni adelantar; de hecho si se la eliminas antes de tiempo, puede llevar a sobre cansancio, una larga tarde en una montaña rusa de emociones contradictorias y despertares en la noche. En este proceso de transición donde ya pueden pasar el día despiertos, necesitan un tiempo para adaptarse
¿Cómo detectar si te está pasando con tu peque? Si sus siestas se acortan, las rechazan o incluso reduciéndoselas tú en tiempo y pasándola a una cortita, su momento de ir la cama se te retrasa tanto que no se te queda dormido hasta altas horas de la noche.
Con 3 años debes tener en cuenta que si hacen siesta, su noche debe ser de 10 horas y media para que ésta tenga lugar y que dure máximo una hora y media. Si aún así no funciona, estarán listo para dejar de echarse la siesta.
Esto no significa que no tengan que descansar, debes programarle un tiempo tranquilo, justo en el momento que antes hacía su siesta. Puedes poner a su alcance actividades poco excitantes y estimulantes y dentro de su cuarto como puzzles, construcciones, cuentos, pintar, música, etc. Así este ratito de calma hará que su cerebro desconecte de tanto estímulo.
¿Qué podemos hacer para ayudarles? Hasta que consoliden el cambio podemos adelantar su hora de dormir para evitar un sobre cansancio que afecte a la noche. Nunca debes acostarles antes de las 19:00 horas, de lo contrario, podrán comenzar su día a la mañana siguiente muy temprano.
¿Te encuentras en este momento? ¡Cuéntame que te leo!
Mónica Quesada
Asesora de sueño Infantil Certificada, maestra y CEO
www.dormirhastalalunayvolver.com