Combina sabiamente y digiere divinamente

Combina sabiamente y digiere divinamente

Tener en cuenta las combinaciones de alimentos, respetarlas e integrarlas, puede verdaderamente cambiar tu vida. Pocas personas las tienen en cuenta (incluso profesionales de la salud), pero para nosotros son muy importantes.

Combinar bien los alimentos no es algo que se nos haya ocurrido. Todo lo contrario. Respetar las combinaciones de alimentos se fundamenta en la bioquímica interna de nuestro organismo y en las variaciones que experimenta nuestro pH al comer.

¿Pero de qué estamos hablando? Te lo contamos aquí:

Para resumirlo muy brevemente, podemos decir que en nuestro organismo existen muchas enzimas que nos ayudan en la digestión, pero que cada enzima es específica para un tipo de alimento determinado.

Es decir, la enzima encargada de digerir carbohidratos, será diferente de la que se encarga de digerir proteínas.

Además, el medio (boca, estómago, intestino) en el que se activan estas enzimas, también es distinto: las enzimas encargadas de digerir carbohidratos precisan un medio más alcalino para poder activarse, mientras que las que se encargan de metabolizar proteínas precisan un medio más ácido.

Por otro lado, el pH es el indicador de la acidez o alcalinidad del medio.

Sin ahondar demasiado en los aspectos bioquímicos, lo que intentamos expresar es que estas interferencias hacen que al comer en una misma comida alimentos que requieren enzimas diferentes y por ende, pH distintos para activarse, se generan interrupciones en el proceso digestivo:

  • Las digestiones se vuelven más largas y pesadas.  
  • Se produce hinchazón,
  • malestar,
  • somnolencia o
  • pesadez, entre otros síntomas molestos.

Esto derivará en que se terminen juntando la digestión de una comida con la siguiente, fatigando a los órganos digestivos en particular y al organismo en general. Y por supuesto, interfiriendo en la óptima asimilación de nutrientes.

El tema es muy largo y podríamos estar horas y horas hablándote de esto. Pero hoy lo que nos interesa es la práctica: si empiezas a integrar buenas combinaciones en tus comidas, pronto notarás un gran alivio en tus digestiones y tu energía vital aumentará exponencialmente.

Así que, querido lector o lectora, aquí te dejamos 3 simples reglas:

  1. La FRUTA HA DE COMERSE SOLA, sin ningún otro alimento, alejada de las comidas y con el estómago vacío.
     
  2. Las VERDURAS combinan con “TODO”.
     
  3. El “TODO” NO combina entre sí.

Te lo explicamos:

La fruta es el alimento que tiene una digestión más rápida. Mezclarla en una misma comida junto a otros alimentos que requieren un tiempo más largo y un medio distinto, hará que se quede en el estómago por un período mayor que el que precisa, fermentándose y generando malestar.

Quizás ahora entiendas cuando normalmente después de haber comido melón con jamón, se le achaca el malestar que se genera en el organismo al melón. El pobre melón no es lo que debes retirar de tu dieta, sino que debes aprender a comerlo alejado de otros alimentos.

Existen también formas adecuadas de comer fruta, pero por ahora, con que las comas alejadas de otras comidas, es suficiente.

¿A qué nos referimos cuando decimos “TODO”?

TODO = CARBOHIDRATOS, PROTEÍNAS, GRASAS.

Te decíamos que las verduras, combinan con “TODO”. Es decir, una buena combinación para tu organismo sería:

  • “arroz con verduras”
  • “quinoa con verduras”
  • “legumbres con verduras”
  • “revuelto de verduras”
  • “pescado con verduras”, etc.

El “TODO” NO combina entre sí. Es decir, serían malas combinaciones

  • “pescado con patatas”
  • “carne con arroz”
  • “arroz con huevo cocido y atún”
  • “ensaladilla rusa con atún”
  • “tortilla de patatas”
  • “bocata de embutido (cualquiera sea este), etc.

Hablamos de malas combinaciones porque generan esfuerzo y fatiga a tu organismo, interfiriendo en funciones tan vitales como la asimilación y aprovechamiento de nutrientes, el descanso o la gestión del estrés.

¡Pero no desesperes! Ni todo es tan estricto ni tienes que comenzar a cambiar radicalmente tus platos. Existen muchos matices más que aquí no estamos valorando, incluso a la hora de combinar esos mismos alimentos que no combinan entre sí.

Quizás hayas oído hablar de “un toque” de algo. Nosotros nos referimos a un toque cuando hablamos de una relación 1:10. Es decir, para que a tu estómago no le genere conflicto, si has de comer pescado con arroz, la proporción debería de ser 1 gramo de proteínas (pescado) por cada 10 gramos de carbohidratos (arroz).

Hoy queremos invitarte a que comiences por combinar sabiamente en una única comida al día y empieces a notar en tus digestiones ese alivio del que te hablamos, y por eso te dejamos aquí algunas opciones para tus comidas:

Opciones para el des-ayuno y/o merienda:

  • Un bowl de fruta sola. Puede ser una sola clase de fruta o una ensalada de frutas frescas, a base de mango, manzana y pera, por poner un ejemplo.
  • Si desayunas con tostadas o tortitas de arroz, entonces tendrías que untarlas con tomate o aguacate en vez de con mantequilla, por ejemplo.

Opciones de comidas / cenas:

  • Arroz con verduras.
  • Revuelto de verduras.
  • Patatas con verduras.
  • Pescado con verduras.
  • Carne con verduras.
  • Bocata vegetal (¡pero no de esos vegetales que llevan jamón, queso, huevo cocido y atún!).
  • Quinoa con verduras.
  • Legumbres con verduras.
  • Lo que elijas comer, que sea combinado con verduras.

Y hasta aquí por hoy. 

Estaremos encantados de que nos cuentes si te animas a integrar estas buenas combinaciones en tu día a día, qué sensaciones experimentas en tu organismo y qué tan difícil o sencillo te resulta el proceso, dejando un comentario en este artículo.

 

Suso Valcárcel y Flor Fernández

Coaches de salud integral, expertos en nutrición natural y consciente
Fundadores de Hygemon y del programa C.I.S.E.

www.hygemon.com