El miedo aparece por naturaleza sobre los dos años, forma parte de su sistema evolutivo, desarrolla su imaginación y es aquí cuando debes tener especial delicadeza, pues también lo aprende por imitación. Si como adulto tienes fobias, sobreproteges con la palabra ‘cuidado’ de forma constante, le das excesiva importancia e hincapié al miedo, cuentas cuentos que le asusten, imágenes de televisión, etc., estarás potenciándolo inconscientemente.
Recuerda que su sensibilidad es extrema, por ejemplo, el cuento de ‘Los tres cerditos y el lobo’ puede asustarle llegados a este momento de su crecimiento, o un árbol sin hojas y seco con aspecto espeluznante también, Halloween, así como Halloween y sus personajes, entre otros. Lo que para ti pasa desapercibido, para él no. Lo que para ti es insignificante, para tu hijo puede ser un mundo.
Es muy importante en esta etapa que valides sus emociones y acompañes en el proceso. Si después de los dos años estás pasando un momento complicado con los miedos y tu peque, puedes usar una luz roja o amarilla tenue para dormir hasta que se le pase. Ésta la registra el cerebro como agradable, cálida o un atardecer, al contrario que las pantallas luminosas o luces blancas y azules que hacen llegar el mensaje que sigue siendo de día.
Para finalizar, si los seres humanos hemos sido diseñados para dormir en oscuridad, no debemos cambiar algo propio de la naturaleza. Mientras más oscuridad para dormir, mayor melatonina.
¿Ya te has enfrentado a esta etapa? Nosotros sí, fue lenta pero validando su emoción, acompañándole y con cuentos a cerca de las emociones, lo tenemos casi superado. ¿Qué te ha parecido? Cuéntame que te ayudo
Mónica Quesada
Asesora de sueño Infantil Certificada, maestra y CEO
http://www.dormirhastalalunayvolver.com