Atender dos asuntos a la vez es cosa de mujeres. ¿Mito o realidad?
Muchísimas veces he escuchado este tipo de afirmaciones sobre la capacidad de las mujeres de atender o hacer varias cosas a la vez, pero la realidad es que no es una cualidad que vaya ligada al sexo
Esta capacidad para atender simultáneamente a diferentes estímulos o tareas al mismo tiempo y así responder a las múltiples demandas del ambiente es lo que se ha definido como 'atención dividida'.
En neurociencia, este concepto ha generado bastante controversia, ya que se debate si existe esta capacidad de atender de forma simultánea a varios estímulos (atención dividida/brnaching/ejecución dual/multitarea) o en realidad lo que ocurre es que nuestra atención se alterna rápidamente entre los mismos o entre las tareas a realizar (atención alternante), de modo que mientras atendemos a uno, no lo hacemos plenamente al otro.
Hay autoras que han especificado que la atención dividida es una de las funciones atenciones superiores, que se pone en marcha cuando atendemos a dos estímulos al mismo tiempo, siempre y cuando estos sean de diferente naturaleza (uno auditivo y otro visual, por ejemplo), ya que si no, se daría un fenómeno de interferencia entre los estímulos o tareas y hablaríamos de atención alternante. Otros han resaltado que realmente lo que ocurre cuando realizamos dos tareas a la vez es que una de ellas es un aprendizaje automatizado, por lo que no precisa de una gran demanda atencional, permitiéndonos así elaborar otra tarea a la que sí dedicamos mayor atención y logrando desempeñar eficazmente ambas tareas simultáneamente. Con este último ejemplo se explicaría por qué puedes conducir con música, pero bajas la música para aparcar.
Para entender cómo funciona la atención se han realizado investigaciones experimentales, donde se ponen a prueba paradigmas explicativos (la escucha dicótica, las tareas duales, tareas de localización espacial, análisis de costes y beneficios, tareas de cambio atencional, tareas de inhibición de flancos…), así como abordajes basado en la Neuropsicología, que analiza las alteraciones atencionales en pacientes que han sufrido algún daño cerebral o patología neurológica. Los resultados siguen sin ser congruentes. Lo que desde luego está claro, es que no es una capacidad exclusiva de las mujeres.
Mientras tanto, podemos experimentarlo en nuestras propias carnes y ver si así salimos un poco de dudas, prueba alguna de estos:
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Sigue las indicaciones del GPS para llegar a un lugar poco frecuente o conocido para ti mientras vas hablando con alguien.
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Aparca en un lugar difícil con la música puesta o mientras hablas con alguien.
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Si vas en el coche con la radio, di "ya" cada vez que veas a alguien vestido de azul (o el que quieras) y cada vez que en la radio digan la palabra “antes” (o la que quieras).
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Clasifica una baraja de cartas en función del valor y, simultáneamente, que alguien te diga cuatro letras que, ordenadas, formen una palabra. Di qué palabra es mientras continúas ordenando las cartas (sin parar).
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Busca algo en el bolso o un objeto en casa mientras hablas con alguien.
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Mientras ves un vídeo/película, vete restando de tres en tres a partir de 100 y da una palmada si alguien en el vídeo/película lleva algo de color verde (color que elijas).
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Escucha algún audio mientras buscas las siete diferencias de una imagen y da una palmada o di “ya” si en el audio escuchas la palabra “que”/sonido de pájaros/palabras con la letra E (lo que quieras).
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Copia un dibujo, y mientras estás sentado copiándolo, que alguien te diga “derecha” o “izquierda” y mueve el pie derecho o el izquierdo o ambos pies hacia la derecho o izquierda, según toque.
Cristina de la Fe
Neuropsicóloca
Psicóloga sanitaria